28 de marzo de 2014

4.6 La teoría del “todo” y “la nada”


 La teoría del “todo” y “la nada”

     Tito Lucrecio Caro: “Y si miramos preparar ajenjos Sentimos amargor: tanta certeza Tenemos de que envían emisiones de sí todos los cuerpos de continuo, Que a todas partes giran sin pararse, Y sin interrumpir jamás su flujo”.

Woods: “Todo análisis científico moderno se basa en el concepto de continuidad, es decir, que entre dos puntos en el espacio existe un número infinito de otros puntos, y también que entre dos puntos en el tiempo hay un número infinito de otros momentos. Sin estas afirmaciones las matemáticas modernas simplemente no podrían funcionar. Sin embargo estos conceptos contradictorios hubieran sido rechazados indignadamente, o por lo menos observados con sospecha por las generaciones anteriores. Sólo el genio dialéctico de Hegel (que por cierto era un gran matemático) fue capaz de anticipar todo esto en su análisis de lo finito e infinito, tiempo, espacio y moción”.

A pesar de todas las evidencias muchos matemáticos modernos siguen negando la objetividad del infinito, aunque aceptan su validez como fenómeno de las matemáticas "puras". Este tipo de división no tiene ningún sentido. Porque a menos que las matemáticas sean capaces de reflejar el mundo objetivo y real, ¿De qué servirían? Hay cierta tendencia entre los matemáticos modernos (y por extensión, increíblemente, los físicos teóricos) a recurrir al idealismo en su forma más mística, alegando que la validez de una ecuación es puramente una cuestión de su valor estético, sin ninguna relación con el mundo material.

El mismo hecho de que las operaciones matemáticas se puedan aplicar al mundo real y obtener resultados que tengan un significado indica que existe una afinidad entre ambos. Si fuese de otra forma, las matemáticas no tendrían una aplicación práctica, lo cual no es el caso. La razón por la que se puede utilizar el infinito, y se debe de utilizar, en las matemáticas modernas, es porque se corresponde con la existencia del infinito en la propia naturaleza, que se ha impuesto sobre las matemáticas, como un huésped al que nadie ha invitado, a pesar de todos los intentos de cerrarle la puerta.
Joaquín Rodriguez:



 
Aquí podemos ver que la nada (N) es igual a la integral del cosmos, lo que implica que el cosmos  (K) es igual a la diferencial de la nada.


Podríamos estar tentados de considerar el cosmos como una integral de cosmos, pero quiero recordar que todo cosmos está diferenciado respecto a la nada y separado de los demás por la nada, pues dos cosmos juntos se excluyen y anulan mutuamente. Por otro lado el nexo de unión entre el cosmos es la nada y cada cosmos es una diferenciación parcial respecto a la nada. El límite de cada cosmos es la nada, la cual es idéntica a sí misma en todos los casos, en tanto que el cosmos es una particularización diferenciada de la nada, la cual se opone a la diferenciación como límite que hace posible su existencia, al tiempo que es limite extensional y temporal de la existencia diferenciada, pues en la nada existe la inmediatez espacial y temporal de todas las existencias, así como la inexistencia de todo. Los místicos y gentes religiosas atribuyen a la nada la cualidad de existencia verdadera al proyectar antropomórficamente su animismo cósmico, pero la nada aunque potencia de la existencia, es la negación de toda existencia real en la pura potencialidad infinita de la misma.
La nada es simplemente reposo relativo…El espacio y la masa son las substancias que definen la materia. La masa podría definirse como un campo de fuerza positivo, lo que implica el predominio de la fuerza de repulsión, puesto que excluye a toda substancia equivalente. El espacio podría definirse como un campo de fuerza negativo, puesto que incluye dentro de sí a otras substancias, lo que implica el predominio de la fuerza de atracción.
La materia y el espacio guardan una relación con el cosmos y la nada, de hecho la nada representaría la fuerza de atracción, el cosmos la fuerza de repulsión. El cosmos es menor que la nada, pues el cosmos es la síntesis finita de la potencia infinita de la existencia.”

 “1) La nada es la integración de la materia en un punto de extensión infinitesimal, de densidad infinita, y que contiene como cuantos angulares todas las dimensiones del espacio euclidio tridimensional, de forma que cada cuanton angular define una sola y única dimensión del espacio euclidio tridimensional.





 
la nada está incluida en un solo y único punto, todo punto es igual a una extensión equivalente a una magnitud infinitesimal.



 el volumen de la nada es igual a un espacio de dimensión infinitesimal, tal que la función existencial de la nada está incluida en un periodo infinitesimal. La masa de la nada es igual a la integral de la suma de infinitos puntos, lo que implica que la densidad de la nada como relación entre una magnitud de masa infinita y una extensión de volumen infinitesimal es igual a infinita.




como podemos ver la materia constituida como nada es igual a la integral de la suma de infinitos puntos, lo que implica que la nada al incluir infinitos puntos nos define la ley de que todo punto incluye infinitas funciones cuánticas tridimensionales, al mismo tiempo que toda función cuántica tridimensional incluye tres funciones cuánticas unidimensionales, que están en una relación de perpendicularidad entre si.”
Joaquín Rodriguez, utilizando términos geométricos y cuánticos, define a la nada, básicamente como la integral de la suma de infinitos puntos. Si potenciamos esta idea, entonces la nada es resultado de todo, y todo es resultado de nada. La nada y el todo, son contrarios. Los contrarios están unidos en una unidad y lucha constante. La nada es solamente “relativa”, el “todo” es solamente “relativo”. Si la nada fuera la parte blanca del Yin Yang, el todo es la pequeña parte negra que hay en la nada. Si el todo es la parte negra del Yin Yang, entonces la nada es la pequeña parte blanca que hay en el todo.
Así que hemos construido básicamente dos argumentos lógicos, para decir que antes del tiempo/espacio, sí existía algo:
Primer argumento lógico: La transformación produce materia. Esta se divide en materia en reposo (con prácticamente “ningún” movimiento),  y materia en movimiento (con prácticamente “ningún” reposo). El concepto de “nada aquí” se nos revela como algo, que “casi” no existe. Pero eso no significa que no exista, solamente que para efectos prácticos, se puede prescindir de su existencia, pero en ninguna manera significa que no exista del todo.
Segundo argumento lógico: La nada, es la integral de la suma de infinitos puntos. Por lo tanto, la nada es el resultado de todo. Todo es resultado de nada. Todo y nada, son contrarios. Entonces la Nada, tiene un “poquito” de todo, y el todo tiene un poquito de nada.
Continua Joaquin Ruiz:
2) La materia o substancia extensa, es la diferenciación como extensión cuántica o macro infinitesimal de la nada o integración en una extensión infinitesimal de la materia.




 como podemos ver
3) La materia o substancia extensa existe como fuerza de atracción activa o como fuerza de repulsión activa. Como fuerza de atracción activa constituye la substancia vacía o espacio, como fuerza de repulsión activa constituye la substancia llena o masa. Es un error identificar materia como masa y espacio con nada, sobre todo una vez definida con todo rigor la nada como substancia física de extensión infinitesimal.



 como podemos ver la materia es igual al conjunto existencial, cuya ley interna está definida por la suma cósmica de la integral de la suma de infinitos puntos, que se incluyen en un cuanton de masa o espacio, estando esos infinitos puntos incluidos en la suma de periodos cuánticos angulares que se incluyen en un periodo cuántico o periodo cuántico dinámico lineal (toroidal).”
Entonces:  El todo es igual a la repulsión. La nada es igual a la atracción, y viceversa. ¿Entonces de donde viene la idea de la nada?. Pues viene del mismo lugar de donde vienen todas las ideas; de la realidad objetiva. Cuando digo que “eso” no hace nada, implica que “eso” está sin movimiento. Por lo tanto, puedo igualar a la nada con la materia en reposo. Pero como bien sabemos, el mineral aunque parezca no estar haciendo nada, en realidad sí tiene movimiento y transformación, es sólo que su movimiento y transformación no se miden con los parámetros de medición de nuestra existencia humana, sino de hecho se miden con parámetros de medición geológicos. El hecho de que los continentes parezcan estar en reposo, no significa que sea un reposo absoluto, sino un reposo relativo. Como dije antes, la nada (materia en reposo) tiene un poquito de todo (materia en movimiento).
Teniendo esto ya claro, entonces:
La transformación, produce Materia.  Materia se divide en materia en reposo (donde prácticamente no hay ningún movimiento, es decir, nada u orden), y materia en movimiento (donde prácticamente no hay ningún reposo, es decir, todo o caos).
Entonces, la entidad Espacio/tiempo, es la transformación infinita que produce materia, que se divide en materia en reposo (Espacio/nada/orden), y materia en movimiento (tiempo/todo/caos). Generalmente se considera al espacio y al tiempo como opuestos, como lo expresa la idea de "lleno" y "vacío". En la práctica, sin embargo, el uno no puede existir sin el otro. Se presuponen, determinan, limitan y definen el uno al otro. Juntos forman una entidad; Espacio/tiempo, ésta entidad representa la transformación en sí, que produce materia. Materia que a su vez se divide en materia en reposo y materia en movimiento.
La nada no es otra cosa que la materia relativamente constante, reflejada en la mente del ser humano. Un ejemplo de esta materia relativamente constante, es el esqueleto del ser humano. A primera vista, el esqueleto se revela como materia inanimada. Claro que esta materia inanimada, sabemos que es solamente “relativamente inanimada”, pues todos sabemos que el esqueleto de un niño, no es igual a sí mismo cuando éste es adulto. Cuando analizamos la evolución del esqueleto en largos períodos de tiempo, podemos observar que el esqueleto es cambiante, pero cuando analizamos el esqueleto de un día para otro, los cambios son imperceptibles, es decir que “prácticamente” no hubo cambio de un día a otro. 
Cualquiera podría argumentar que incluso en períodos de tiempo cortos, se puede revelar que el esqueleto de hecho si cambió, pero por esa misma razón, escribí la palabra “prácticamente”. Eso significa que para la mayoría de cosas prácticas en la vida de las personas, se pueden obviar esos cambios minúsculos, e insignificantes. Recordemos que el cerebro humano, necesita agrupar en conjuntos finitos los fenómenos, para poder comprenderlos.
En conclusión, si hacemos una abstracción (es decir nos olvidamos de todo, para analizar una parte del todo), podemos decir que el esqueleto del ser humano, prácticamente no cambia de un día a otro. Esta situación relativamente estática del esqueleto, se refleja en la mente del ser humano, como si de hecho el esqueleto no cambiara en lo absoluto,  y si falaciamos un poco  (tendencia natural del ser humano), podríamos decir que el esqueleto es “inmutable”. Así que si al esqueleto le ponemos, músculos, nervios etc. Es decir todo lo demás que hace a un ser humano, ser humano, podríamos decir que éste se compone de dos tipos de materia:
Materia “inmutable” (que en realidad sabemos que es simplemente relativamente inmutable) –el esqueleto -, y  materia cambiante; es decir, carne, nervios etc.
La relación que existe entre estos dos tipos de materia, se podría resumir como; materia en movimiento, y materia en reposo. La materia en movimiento (fuerza electronuclear), no es más que el “contenido” del fenómeno, y la materia en reposo relativo (fuerza gravitatoria) es la que le da la “forma” al fenómeno. Cuando analizamos la relación entre el esqueleto del ser humano, y la carne y nervios que conforman a un ser pensante, vemos claramente que el esqueleto, es decir, la materia en reposo relativo, es la que le da la “forma” corporal al ser humano. Los nervios, la carne, las células, es decir el resto de material que conforma al ser humano, es lo que le da la apariencia de estar vivo, es decir, que la materia en movimiento es el “contenido” del fenómeno. De ahí que tenemos; materia en reposo relativo (Fuerza Gravitatoria), da la apariencia de estar en reposo absoluto, el reposo absoluto, da la apariencia de ser inmutable (muerta),  la materia inmutable, es la que le da la forma al fenómeno. La materia en movimiento relativo (Fuerza Electronuclear), da la apariencia de estar en movimiento absoluto. El movimiento absoluto, da la apariencia de ser mutable, volátil, voluble, cambiante etc. (viva), la materia cambiante, es el contenido del fenómeno. 
La materia constante (muerta), se refleja en la mente del ser humano, en cortos períodos de tiempo, como si no tuviera movimiento en lo absoluto. No se mueve “nada”, no hace “nada”. Así que esta es la raíz del concepto subjetivo de la “nada”: es simplemente la materia que está en reposo relativo, reflejado en la mente del ser humano.
En resumen: El concepto de “nada” es simplemente el reflejo de la materia en reposo relativo (materia muerta). En la materia reposada, predomina las leyes de atracción. Lo que es constante, atrae a lo que es voluble. Por eso, en el espacio que hay entre mi cerebro y el teclado de la computadora que uso para escribir estas líneas, prevalece la ley de atracción. En este espacio hay materia en reposo relativo (átomos, partículas sub atómicas etc.), pero se refleja en mi mente, como si no hubiera “nada”.  En esta “nada” (relativa), puedo poner cualquier cosa. Puedo poner mi mano entre mi cerebro y el teclado. Puedo levantar un libro también y ponerlo junto con mi mano, entre el teclado y mi cerebro. Es decir; virtualmente puedo poner cualquier cosa entre mi cerebro y el teclado de mi computadora, por lo cual aquí se revela que en la “nada” prevalece, la ley de atracción (fuerza gravitatoria). Cuando hablo de mi mano (que está formada por materia en movimiento), mi mano puede presionar las teclas del teclado que sirven para escribir estas palabras, precisamente porque en los objetos formados por materia en movimiento, prevalece la ley de repulsión. Esa repulsión es la que permite a mi mano, hacer fuerza contra el teclado de la computadora, cargar objetos, etc. (fuerza electronuclear).
En conclusión: Para entender la teoría de “El todo”. Hay que también entender la teoría de “la nada”. La nada es lo contrario al todo. Es su hermana gemela. En el todo prevalece la ley de repulsión (Fuerza Electronuclear), en la nada prevalece la ley de atracción (Fuerza Gravitatoria). El todo es materia en movimiento. La nada es materia en reposo. El todo se refleja en la mente del ser humano, como un “1”. La nada se refleja como un “0”.
Veamos como “la nada”, es decir, materia en reposo, se refleja en la mente de Stephen Hawking, como un “0”:
Stephen Hawking: “La idea de la inflación podría explicar también por qué hay tanta materia en el cosmos. Hay algo así como diez billones de billones de billones de billones de billones de billones de billones (un 1 con ochenta y cinco ceros detrás) de partículas en la región del cosmos que nosotros podemos observar. ¿De dónde salieron todas ellas?. La respuesta es que, en la teoría cuántica, las partículas pueden ser creadas a partir de la energía en la forma de pares partícula/antipartícula. Pero esto simplemente plantea la cuestión de dónde salió la energía. La respuesta es que la energía total del cosmos es exactamente cero. La materia del cosmos está hecha de energía positiva. Sin embargo, toda la materia está atrayéndose a sí misma mediante la gravedad. Dos pedazos de materia que estén próximos el uno al otro tienen menos energía que los dos mismos trozos muy separados, porque se ha de gastar energía para separarlos en contra de la fuerza gravitatoria que los está uniendo. Así, en cierto sentido, el campo gravitatorio tiene energía negativa. En el caso de un cosmos que es aproximadamente uniforme en el espacio, puede demostrarse que esta energía gravitatoria negativa cancela exactamente a la energía positiva correspondiente a la materia. De este modo, la energía total del cosmos es cero.”
En pocas palabra; Hawking está reconociendo (aunque sea inconscientemente), que la materia en reposo, es decir la “nada” o el “0” tiene energía en potencia.
El hecho que los neutrinos tengan una masa tan pequeña, provoca la apariencia que no tiene masa. Eso es lo que sucede con la singularidad, a pesar que de la apariencia que de la “nada” surgió “todo”, en realidad era “casi” nada.
Materia dispersa (es decir en movimiento): F = Materia masificada (es decir en reposo relativo)  multiplicada por la velocidad de la luz, elevada al cuadrado. Esta sería otra forma de interpretar la teoría de “el todo”. Simplemente haciendo una generalización, de la ecuación de Einstein. Tal como explica Hawking:
Stephen Hawking: “El postulado fundamental de la teoría de la relatividad, nombre de esta nueva teoría, era que las leyes de la ciencia deberían ser las mismas para todos los observadores en movimiento libre, independientemente de cuál fuera su velocidad. Esto ya era cierto para las leyes de Newton, pero ahora se extendía la idea para incluir también la teoría de Maxwell y la velocidad de la luz: todos los observadores deberían medir la misma velocidad de la luz sin importar la rapidez con la que se estuvieran moviendo. Esta idea tan simple tiene algunas consecuencias extraordinarias. Quizás las más conocidas sean la equivalencia entre masa y energía, resumida en la famosa ecuación de Einstein E=mc2 (en donde E es la energía, m, la masa y c, la velocidad de la luz), y la ley de que ningún objeto puede viajar a una velocidad mayor que la de la luz. Debido a la equivalencia entre energía y masa, la energía que un objeto adquiere debido a su movimiento se añadirá a su masa, incrementándola. En otras palabras, cuanto mayor sea la masa de un objeto más difícil será aumentar su velocidad. Este efecto sólo es realmente significativo para objetos que se muevan a velocidades cercanas a la de la luz. Por ejemplo, a una velocidad de un 10 por 100 de la de la luz la masa de un objeto es sólo un 0,5 por 100 mayor de la normal, mientras que a un 90 por 100 de la velocidad de la luz la masa sería de más del doble de la normal. Cuando la velocidad de un objeto se aproxima a la velocidad de la luz, su masa aumenta cada vez más rápidamente, de forma que cuesta cada vez más y más energía acelerar el objeto un poco más. De hecho no puede alcanzar nunca la velocidad de la luz, porque entonces su masa habría llegado a ser infinita, y por la equivalencia entre masa y energía, habría costado una cantidad infinita de energía el poner al objeto en ese estado. Por esta razón, cualquier objeto normal está confinado por la relatividad a moverse siempre a velocidades menores que la de la luz. Sólo la luz, u otras ondas que no posean masa intrínseca, puede moverse a la velocidad de la luz.”
La famosa ecuación de Einstein, encierra la semilla de una de tantas ecuaciones de El Todo.
Analicemos sus componentes: E= Energía. M= Masa C=Velocidad de la luz. Ahora substituyamos las palabras, por otras palabras más filosóficas y más generales:
E= Energía = Movimiento=Finito=1
M= Masa = Reposo = Infinito = O.
C= Velocidad de la luz (otra propiedad del movimiento)
Entonces
Movimiento = Reposo X Velocidad de la luz al cuadrado. Es decir;
1 = 0 X C^2
Pero ¿Por qué esta operación no se puede operar en la calculadora?. Si multiplicamos “0”, por cualquier cantidad = 0. Pero como hemos explicado antes, el “0” absoluto en realidad no existe. Lo único que existen son cantidades que para la vida práctica son = O, pero en realidad solamente son tendencias hacia el 0. Entonces, ahora hagamos la misma operación, de tal forma que la calculadora (y los físicos matemáticos) lo entiendan:
1= casi 0 X C^2
1= 0.0000000000111111111111111… X C2
El significado de esta ecuación, es que con un poco de materia en reposo que haya (aunque ésta tienda a ser “0”),  es suficiente para que al multiplicarla por la velocidad de la luz, forme una unidad de movimiento. De aquí es donde viene la errónea idea del BIG BANG, que de la nada sale todo. En realidad lo que vemos es que de la “casi nada” (“0”), sale todo. Es decir, que toda el cosmos, llega a un punto donde casi todo el movimiento se ha acabado y reina el casi total reposo, pero en este punto es donde se produce el salto cualitativo, y la negación de la negación, es decir que el caso reposo total, se niega a sí mismo, volviendo al casi movimiento total. El Cosmos muere, pero revive nuevamente, es decir, se niega a sí mismo.
Si hacemos una analogía, cuando una persona muere pasa lo mismo. El movimiento de la persona (su energía) se convierte súbitamente en reposo (materia sin movimiento; cadáver). Pero esta materia sin movimiento (en reposo), es la materia prima para nuevas formas de vida, como los insectos, bacterias etc. Estos insectos, bacterias etc., son la materia prima para la formación de nuevos seres humanos, y todo vuelve al inicio, solamente que sobre una base cualitativamente superior, es decir, la vida evoluciona. Este ejemplo nos dice que probablemente cuando nuestro cosmos muera, éste servirá de materia prima para nuevos fenómenos, quienes a su vez servirán de materia prima para nuevos cosmos. Todo es un gran toroide dialéctico.
Otra analogía de esto, son las revoluciones sociales. Cuando la materia en reposo (es decir el modo de producción de un momento histórico determinado), socaba todo movimiento, en realidad solamente está contribuyendo a una acumulación de incomodidad social, la cual llegará a un punto crítico donde explotará como un BIG BANG, creando un nuevo modo de producción, superior al anterior. Esto significa que si creemos siega mente en la teoría del BIG BANG, equivaldría a decir, que la revolución francesa (es decir el inicio del capitalismo) fue el inicio de la sociedad. Esto para cualquier persona letrada sonaría ridículo, pues es ampliamente sabido que antes del capitalismo, antes de la revolución francesa, había ya sociedad. Una donde claro, predominaba el reposo sobre el movimiento (sociedad feudal, obscurantismo etc.), pero no es que no hubiera nada. De un reposo largo y relativo, súbitamente pasamos a una explosión de energía y movimiento (revolución francesa, industrial, capitalismo, etc.,).
Tal como explica Gustavo Bueno:
“La matabais o paso al límite último que nos conduce a la idea de materia transcendental, como metábasis ei1V a5lloV génoV, tiende constantemente a llevarse a cabo de un modo dogmático, es decir, de un modo según el cual la materia pura o indeterminada viene a concebirse como una suerte de sustancia absoluta o primer principio unitario que, precisamente por haber reabsorbido en su infinita potencialidad todas las diferencias, puede presentarse conceptualmente como plenitud actual o multiplicidad absoluta.”
La relación dialéctica entre el todo y la nada, revela aún más que no existe la necesidad de ningún creador, para explicar de manera lógica el movimiento del cosmos. Dios omnipotente creador de todas las cosas, es simplemente imaginario.

Teniendo claro ahora la relación dialéctica entre el todo y la nada, pasaremos a describir las ecuaciones FILOSÓFICAS (no científicas) que describen el movimiento del cosmos. Todos los argumentos filosóficos que se presentan en éste ensayo, son para dar un “marco teórico metodológico” para que se puedan comprender las siguientes ecuaciones:

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