2.3.3 ¿Cuál es el mejor método para explicar la teoría del “Cosmos”? (PARTE 1)
Ahora analicemos
cuantas realidades subjetivas existen: existen únicamente dos: Idealismo (donde
la idea es la causa y la materia el efecto), y Materialismo (donde la materia
es la causa y la idea el efecto). En la praxis científica, dichas realidades
subjetivas se les llama: “Teoría” y “práctica”. Cuando una teoría, la construyo
sobre otra teoría, el resultado es mucho más teórico, por lo tanto, sujeto a
que sea más y más deformado y disociado de la realidad, pero cuando una teoría,
la construyo sobre la práctica, entonces las cosas cambian, dicha teoría es más
apegada a la realidad. Eso es lo que
pasa con el idealismo y el materialismo. El primero, son teorías, construidas
sobre teorías, y el segundo son teorías construidas sobre la práctica social.
Hasta este punto, hemos postulado que el mejor método para
explicar la teoría del TODO es la “FISICA DIALÉCTICA”, pero si quisiéramos
ponerle apellido, ¿Qué tipo de física dialéctica?; ¿Física dialéctica idealista?
O ¿Física dialéctica materialista?.
Si a la matemática le introduzco información idealista
deformada, el resultado será idealista y deformado. Si a la matemática le
introduzco problemas, información material real etc. Su resultado será material
y real ( o al menos, más apegado a la realidad). Así que en ese sentido, es
imperativo que a los modelos matemáticos o filosóficos se le introduzcan datos
“materialistas”. Algo que olvidan los
Físicos Teóricos (es decir; idealistas por naturaleza), es que las matemáticas
tienen su origen en lo concreto, en la realidad objetiva.
El Juan (escritor anónimo de Internet): “Las matemáticas tienen su origen en lo concreto, incluso, esto ocurre,
con las ramas de las matemáticas más abstractas. Hay muchos matemáticos que niegan
la veracidad de este proceso de construcción. Esto se debe a su ignorancia en
las demás ciencias naturales, al no conocerlas, ellos se forman la idea de que las
matemáticas forman partido aparte de las demás ciencias, esto los encierra en su
mundito apartado y se vuelven cerrados en el terreno científico. Este mismo
sector de matemáticos suele abogar por el formalismo matemático. Esta idea la
manejan mucho ellos para respaldar su
filosofía idealista. De
hecho, este formalismo matemático es la punta de lanza del idealismo en las
matemáticas. Para hacerlo pasar como algo natural y correcto, este grupo de
personas buscan confundir a sus interlocutores, diciendo que el formalismo
matemático es escribir puntualmente los resultados y problemas matemáticos,
hecho completamente falso. Plantear bien los problemas te lleva a conclusiones
materialistas, de hecho los matemáticos
formales"
Para llegar a una conclusión, plantean mal el problema y en
consecuencia ellos no llegan a resultados correctos. Si no se plantea
correctamente un problema, la respuesta de éste no será correcta y esto es lo
que ocurre con este sector de matemáticos más aún, para validar su modo de
pensar, ellos dicen estar respaldados en las matemáticas, pero al plantearlas
mal, llegan a sacar conclusiones erróneas, porque las matemáticas son solamente
una herramienta, no una tabla de los diez mandamientos bajadas del Sinaí; del
mismo modo que hay que aprender a usar el desarmador, se debe aprender a
interpretar y plantear problemas.
El desarrollo de las matemáticas, no ha sido siguiendo un
movimiento rectilíneo uniforme, sino ha estado lleno de contradicciones y
periodos de revoluciones científicas. Esto sucede precisamente porque las
matemáticas brotan de la realidad objetiva (es decir la materia).
La idea es la copia, la materia lo original. Para que los
modelos del cosmos, sean lo más parecidos a lo “original” hay que usar materia
prima científica, comprobada en experimentos u observaciones. Es decir,
completamente lo opuesto a lo que la mayoría de físicos teóricos hacen hoy en
día.
El desarrollo ulterior de las matemáticas, ha permitido el
desarrollo de la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica. La primera
estudia fenómenos grandes y la segunda estudia fenómenos pequeños. Ambas
teorías físicas son antagónicas y contradictorias.
Esto se debe a la ley dialéctica “tránsito de los cambios
cuantitativos a cualitativos”. Cuando la materia tiene una existencia
microscópica, su “calidad” se rige por los principios descritos por la mecánica
cuántica. Cuando la cantidad de átomos se unifica (por la gravedad/aceleración)
en una cantidad tal, que la “calidad” del fenómeno cambia, sus leyes son mejormente explicadas por la
química y subsecuentemente por la química y luego por la biología.
Sin embargo cuándo los fenómenos químicos y biológicos se
acumulan, se llega a un grado donde son otras las leyes que se deben usar para
explicar esa nueva “cualidad” de la materia. Esas otras leyes son las descritas
por la relatividad general. Así que aquí estamos ante una confusión de carácter
metodológico. Esta confusión se origina en la falta de un marco teórico
filosófico, de los científicos occidentales actuales. ¿Por qué razón las
leyes de los fenómenos a gran escala, son diferentes a las leyes de los
fenómenos a pequeña escala?. ¿Por qué las leyes que rigen el comportamiento de
un tornado, no son las mismas leyes que rigen el comportamiento de las
moléculas de aire?.
La respuesta es simple: porque aquí operan dos principios
fundamentales de la dialéctica:
1) El todo es mayor a la suma de las partes. Las partes son
las moléculas de aire, el todo es el tornado.
2) Tránsito cuantitativo a cualitativo. Las cualidades que
tienen las moléculas de aire, son diferentes a las cualidades del tornado. Un
tornado no es más que una propiedad emergente, producto de la acumulación
cuantitativa de las moléculas de aire. Esa propiedad emergente de la materia,
se rige por leyes cualitativamente distintas a las leyes que rigen el
comportamiento de las moléculas de aire.
Entonces : ¿Hay alguna forma de unificar dos cualidades de
la materia?. ¿Las cualidades micro y las cualidades macro?. La respuesta a esta
pregunta es tautológica porque: ¿No es cierto que ambas propiedades micro y
macro están unificadas, y funcionan en perfecto equilibrio en un tornado?, de
hecho, el único lugar donde no están unificadas, es en la cabeza del observador
del tornado, pero en el tornado en sí, operan las leyes micro y las leyes macro
en perfecto balance.
Javier Ruiz dice que la unificación de lo infinitamente
pequeño con lo infinitamente grande, es
una “tetraléctica no resuelta y la cual
debería resolverse mediante un nuevo marco teórico.” En el taoísmo esta contradicción se resuelve
en el “tao”. Es decir, la fuerza superior que contiene el Yin y el Yan.
En dialéctica, es la “unidad y lucha de contrarios”, que en el plano de la
física es lo infinitamente pequeño (estudiado por la mecánica cuántica) Vs lo
infinitamente grande estudiado por la relatividad general. Como vemos, el
concepto de “Tao” no existe en la dialéctica Hegeliana ni Marxista, y esa es
precisamente la actualización que el Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno,
hace al Materialismo Dialéctico.
La pregunta realmente importante pues, no es si se pueden
unificar o no dichas propiedades (pues en la naturaleza ciertamente están
unificadas), sino ¿Por qué el científico moderno no puede unificar la
relatividad general, con la mecánica cuántica?. Aquí estamos ante un problema
mental. El problema no está en la realidad objetiva, sino en la realidad
subjetiva. Actualmente se dice que el científico que logre unificar la a)Fuerza
de Gravedad b)Fuerza Nuclear Débil, c)Fuerza Nuclear Fuerte, y d) El Electromagnetismo,
tendrá seguramente un lugar en las filas del premio Nobel de física. Pero
cuando uno observa el sol ¿A caso no están unificadas ahí todas las fuerzas? El
único lugar donde no están unificadas como repito, es en la cabeza del científico.
Pero ¿Por qué el científico no las puede unificar?, la respuesta es simple; porque
quiere hacerlo usando únicamente números, cuando en realidad el cerebro humano
y su grado lógico de conocimiento, está compuesto por números pero también por
letras.
Es decir, el científico debe contar con ecuaciones
matemáticas, pero también con oraciones gramaticales de lenguaje articulado.
Los números evolucionan hacia las ecuaciones y éstas a su vez hacia la ciencia
de la física teórica. Las letras evolucionan hacia las oraciones, y éstas a su
vez hacia la filosofía dialéctica. Así que el mejor método para explicar el cosmos,
sería entonces una combinación metodológica entre ciencia física y filosofía
dialéctica = FISICA DIALÉCTICA
A continuación explicaré por qué razón Einstein no pudo
concluir su teoría de la unificación:
Steven Weinberg:
“Einstein durante sus últimos
años, se desvinculo bastante del mundo de la física general, y dejo de leer las
publicaciones de otros. Creo que ni siquiera sabía que hubiera una fuerza
nuclear débil. No le prestaba atención a esas cosas, no dejaba de trabajar en
el mismo problema al que se dedico de joven. Sería como si un general experto
en caballería, que ha logrado grandes victorias a inicios de la primera guerra
mundial, tratara de luchar a caballo contra alambre de espino y metralletas”.
S. James Gates, Jr. :“Cuando
los físicos comenzaron a dividir el átomo, Einstein quedó realmente marginado,
digamos que decidió ignorar a los profesionales que trabajaban en aquellos
experimentos, eso quiere decir que la mecánica cuántica no aparecía en sus
investigaciones posteriores, se le consideraba una especie de viejo que causaba
simpatía, había liderado una revolución pero perdió el contacto con ella”.
A Einstein le faltaba estudiar aún más el ramo de la física,
porque no estaba tomando en cuenta la mecánica cuántica en sus ecuaciones.
También le faltaba tener en su cerebro la filosofía dialéctica para poder
continuar. En pocas palabras, Einstein carecía de el lenguaje y de la
metodología necesaria, para describir la teoría del TODO.
Así que, matemáticamente hablando, Einstein no tenía la
metodología para explicar la teoría del TODO, por que el TODO= 1) Cosmos
(naturaleza), 2)Sociedad, 3)Pensamiento
y 4) la unión dialéctica de esas tres esferas (El todo es mayor a la suma de
las partes). Él solamente quería explicar la primera esfera de la realidad,
excluyendo las otras dos. Así que solamente desde este punto de vista, su
“TODO” en realidad era igual a únicamente ¼ de la realidad objetiva. Y de ese ¼
él solamente estaba describiendo los fenómenos grandes, excluyendo los
fenómenos subatómicos, así que en realidad solamente estaba describiendo 1/8 de
la realidad objetiva en términos matemáticos… pero y ¿No hemos postulado hasta
este punto que el pensamiento tiene números y letras?, entonces Einstein no estaba
describiendo 1/8 de la realidad objetiva, sino 1/8 dividido 2 (por que el todo
necesita de letras y números para ser descrito), entonces Einstein estaba
describiendo = 1/16 de la realidad objetiva lo cual equivale a : 6.25% . En
pocas palabras, el concepto “TODO” de Einstein era igual a 6.25% del concepto
de “TODO” que se maneja en la actualidad, es decir, no era el momento histórico
para que la teoría del TODO naciera.
¿Pero lo es ahora?
Esta pregunta tiene una respuesta relativa. Al momento histórico
de Einstein, su ecuación describía TODO lo que se podía conceptualizar a ese
momento histórico. En la actualidad, es lo mismo. En éste ensayo, se pretende
unificar dialécticamente las tres fuerzas del modelo estándar de la física, con
la fuerza de la gravedad. Pero ¿Qué tratamiento se le puede dar a la materia
obscura y a la energía obscura si ambas al sumarlas, dan el 95% de lo que está
hecho el cosmos?. ¿Pero la pregunta legítima que hay que formularse en la
actualidad es :¿Dónde está la materia y la energía obscura? ¿En la realidad
objetiva o en la realidad subjetiva?.
El presente ensayo, explica filosóficamente hablando, el
concepto de “todo” hasta el desarrollo actual de la ciencia. Ni más, ni menos
que eso. Cada teoría física o filosófica, constituye la explicación de TODO en
un momento histórico determinado. Eso es precisamente lo que se hace en éste
ensayo. La diferencia entre Einstein y mi persona es que yo me encuentro en un
momento histórico más desarrollado que el de Einstein. Además que en éste
ensayo, estoy utilizando una unión dialéctica entre ciencia y filosofía, ambas
ajustadas a este momento histórico.
Engels: “Inducción y
deducción (Filosofía y Ciencia) forman necesariamente un todo, ni más ni menos
que la síntesis y el análisis. En vez de exaltar unilateralmente la una a costa
de la otra, hay que procurar poner a cada una en el lugar que le corresponde,
lo que sólo puede hacerse si no se pierde de vista que ambas forman una unidad
y se complementan mutuamente…El pensamiento tiene que acudir siempre en ayuda
de la insuficiencia del conocimiento”. Esta frase tiene la semilla de la actual
relación entre la ciencia y la Filosofía.
La investigación
empírica de la naturaleza ha acumulado una masa tan gigantesca de conocimientos
de orden positivo, que la necesidad de ordenarlos sistemáticamente y
ateniéndose a sus nexos internos, dentro de cada campo de investigación,
constituye una exigencia sencillamente imperativa e irrefutable. Pero al tratar
de hacer esto, las ciencias naturales se desplazan al campo teórico, donde
fracasan los métodos empíricos y donde sólo el pensamiento teórico puede
conducir a algo. La ciencia del
pensamiento es, por consiguiente como todas las ciencias, una ciencia
histórica. No pocas veces, vemos a los naturalistas teoretizantes sostener como
flamantes teorías, que incluso llegan a imponerse como teorías de moda durante
algún tiempo, doctrinas que la filosofía viene profesando desde hace siglos y
que en no pocos casos, han sido ya filosóficamente desechadas, por lo tanto es
necesario ir desde el pensamiento metafísico y avanzar al pensamiento
dialéctico. El camino de la investigación de la física teórica podría acortarse
si los físicos estudiaran filosofía dialéctica, particularmente la Griega. En
este período se da una lucha entre la física y la metafísica: La trabazón
general de los fenómenos naturales aún no se indaga en detalle, sino que es,
para los griegos, el resultado de la intuición directa. En esto estriba
precisamente la falla de la filosofía griega, la que más tarde la obligaría a
ceder el paso a otros métodos, y aquí radica, a la vez, su superioridad con
respecto a todas las escuelas metafísicas, que andando el tiempo, se le habrán
de oponer. Es decir, que la [ciencia] tenía razón contra los griegos en cuanto
al detalle, pero en cambio éstos tenían razón contra la[ciencia] en su visión
de conjunto, y es aquí precisamente donde se revela la necesidad de unir ambas
categorías; el detalle y el conjunto, es decir, la ciencia y la filosofía. La
segunda manifestación de la dialéctica y la que se halla más cerca de los
naturalistas alemanes es la filosofía clásica alemana desde Kant hasta Hegel.
Sin embargo conviene, ante todo, puntualizar que no tratamos ni remotamente de
defender el punto de vista de que arranca Hegel, el de que el espíritu, el
pensamiento, la idea es lo primario y el mundo real es un simple reflejo de la
idea. Este punto de vista fue abandonado ya por Feuerbach. Hoy, todos estamos
de acuerdo en que la ciencia, cualquiera que ella sea, natural o histórica,
tiene necesariamente que partir de los hechos dados y, por tanto, tratándose de
ciencias naturales, de las diversas formas objetivas de movimiento de la
materia; estamos de acuerdo, por consiguiente, en que en las ciencias naturales
teóricas no vale construir concatenaciones para imponérselas a los hechos, sino
que hay que descubrirlas en éstos y, una vez descubiertas, y siempre y cuando
que ello sea posible, demostrarlas sobre la
experiencia”.
Ahora que ya tenemos claro que la ciencia sin filosofía es
el camino más seguro para la “locura académica”, podemos decir que lo mismo pasa
cuando la filosofía se desvincula de la ciencia, lleva a la “locura
filosófica”. El análisis y la síntesis, son complementarios, no están en pugna,
sino se complementan: ¿Qué es mejor una estufa o un cilindro de gas?. ¿No será
que se complementan?.
Del lado de la ciencia; 1) Se desarrollan las matemáticas,
2) de éstas se desarrolla la teoría de la gravedad y del electromagnetismo. 3)
De todo este avance, se desarrolla la teoría de la relatividad general y
especial 4) Luego se desarrolla la mecánica cuántica.
Ahora vamos a analizar el desarrollo de la filosofía:
El Juan: “Las
matemáticas, antes del cálculo diferencial e integral eran matemáticas que
trabajaban con entes fijos en el espacio, en los cuales no exista el tiempo.
Tales modelos matemáticos solamente podían describir unos cuantos sistemas,
sistemas en los cuales podríamos suponer que variaban muy poco en el tiempo.
Por lo tanto las matemáticas de ese tiempo necesariamente seguían las leyes de
la lógica formal, ya que ésta funciona casi siempre más o menos bien cuando
suponemos que los cambios en el tiempo son pequeños. Reiteramos que las
matemáticas antes del cálculo diferencial e integral sólo podían describir muy
pocos sistemas debido a su inmutabilidad en el tiempo. El cálculo diferencial e
integral nace como consecuencia de buscar describir sistemas eventos o sistemas
que evolucionan en el tiempo, por tanto, esta nueva matemática avanzada"
tenía que romper con el viejo esquema de la lógica formal el de las matemáticas
elementales", es decir, las matemáticas previas al cálculo. Estas nuevas
matemáticas avanzadas" necesariamente tenían que dar una nueva visión del
mundo en el cual la lógica formal quedara remplazada por una nueva filosofía,
es decir una filosofía al acorde de los cambios del tiempo, una nueva lógica,
la lógica del movimiento, es decir, el Materialismo Dialéctico.”
A este respecto, se refiere Allan Woods de la siguiente
manera:
“La dialéctica no
niega el silogismo, sino que nos enseña a combinar los silogismos en forma tal
que nos lleve a una comprensión más certera de la realidad eternamente
cambiante. Hegel en su Lógica estableció una serie de leyes: cambió de cantidad
en calidad, desarrolló a través de las contradicciones, conflictos entre el
contenido y la forma, interrupción de la continuidad, cambio de posibilidad en
inevitabilidad, etc., que son tan importantes para el pensamiento teórico como
el silogismo simple para las tareas más elementales..El punto esencial del
pensamiento dialéctico no es que se base en la idea del cambio y la moción,
sino que interpreta el cambio y la moción como fenómenos basados en contradicciones.
Mientras que la lógica formal intenta desterrar la contradicción, el
pensamiento dialéctico se basa precisamente en ella”.
Es decir;
actualmente quien logre descifrar la contradicción entre la relatividad general
y la mecánica cuántica, ganaría el premio Nobel de física, sin embargo el
pensamiento dialéctico, se basa precisamente en dicha contradicción.
Dicha contradicción, es la que genera el movimiento de los fenómenos. Es como
si alguien quisiera resolver la contradicción entre el “positivo” y el
“negativo” de una batería. El pensamiento filosófico no se preocupa por
resolver dicha contradicción, sino de tomarla como punto de partida del
movimiento. El positivo y el negativo en una batería, son los que dan inicio al
movimiento giratorio del motor de arranque de un carro. ¿No es así?. Así que
quien atesore esperanzas de ganar el premio nobel por desterrar la
contradicción entre lo gigante y lo atómico, puede seguir esperando por el
resto de su vida mortal.
El otro principio desconocido para los científicos
matemáticos actuales, es el principio dialéctico de la transformación
cuantitativa a cualitativa. Cuando suficiente cantidad de fenómenos subatómicos
se acumulan, “nace” una cualidad diferente. Solamente que esta cualidad
diferente, no se presenta suavemente, sino de forma violenta y revolucionaria:
Woods: “Uno de los
ejemplos de esto es el del montón de arena -una analogía del montón de granos
de los megarenses- . Dejamos caer granos de arena uno a uno sobre una
superficie llana. El experimento se ha llevado a cabo muchas veces, tanto con
montones de arena reales sobre mesas, como en simulaciones informáticas.
Durante un tiempo se irán apilando uno encima de otro hasta formar una pequeña
pirámide. Una vez que se llegue a este punto, cualquier otro grano de arena
adicional o bien encontrará un sitio en la pila, o desequilibrará uno de sus
lados justo lo suficiente para provocar que otros granos caigan en avalancha.
Dependiendo de cómo estén situados los otros granos, la avalancha puede ser muy
pequeña o devastadora, llevándose gran cantidad de granos. Cuando el montón
llega a este punto crítico, incluso un solo grano puede afectar dramáticamente
todos los demás a su alrededor. Este ejemplo aparentemente trivial es un
excelente "modelo al borde-del-caos", con una amplio espectro de
aplicaciones, desde los terremotos a la evolución; desde las crisis de la bolsa
a las guerras”.
La ley dialéctica de “transformación de cantidad en calidad”,
incluso se refleja en el desarrollo mismo de las ciencias:
Rodrigo García Colín Carrillo: “Este proceso de experimentación de científicos individuales, en el
marco de ideas y herramientas sociales determinadas históricamente, va
conformando la acumulación cuantitativa del conocimiento social (proceso
cuantitativo llamado por Khunn, "períodos de ciencia normal"). En
determinados puntos, en donde la praxis comienza a demostrar y acumular
contradicciones entre sus resultados y la base teórica (paradigmas)
desarrollada en el período anterior, se comienza a abrir un proceso de
revolución científica, de transformación cualitativa que negará y conservará al
mismo tiempo el período cuantitativo anterior que, a su vez, abrirá otro
período de ciencia normal, en un proceso dialéctico, en espiral de conocimiento
que nunca terminará mientras exista la humanidad”.
Así que en resumen, los descubrimientos del siglo XX de la
mecánica cuántica, orientan cada vez más al científico matemático teórico,
hacia el pensamiento filosófico, dialéctico y práctico. Y no podía ser de otra
forma, pues la realidad objetiva (la materia) es lo original, y la realidad
subjetiva (la idea) es la copia, pero a diferencia de una “fotocopia” vulgar y
silvestre, nuestra inteligencia, afina cada vez más, su representación de la
realidad objetiva.
Engels: “El límite
extremo de nuestra ciencia de la naturaleza es, hasta ahora, nuestro cosmos, y
para comprender la naturaleza no necesitamos de la infinita muchedumbre de cosmos
existentes fuera de ella. Más aún, solamente un sol de entre los millones de
soles y sus sistemas constituyen la base esencial de nuestras investigaciones
astronómicas. Para la mecánica terrestre, la física y la química nos hallamos
más o menos circunscritos a nuestra pequeña tierra, y en lo que a la ciencia
orgánica se refiere nos vemos totalmente limitados a ella. Y, sin embargo, esto
en nada menoscaba esencialmente a la variedad prácticamente infinita de los
fenómenos y de nuestros conocimientos de la naturaleza, como tampoco la
menoscaba, en cuanto a la historia, la misma y aun mayor limitación a un
período de tiempo relativamente corto y a una pequeña parte de la tierra”.
¿Pero porque razón los científicos matemáticos actuales
carecen de un marco filosófico de referencia?. La respuesta es simple:
En primer lugar: En occidente (Estados Unidos, Gran Bretaña,
Francia, Alemania, Japón etc.), se ha desarrollado la industria, cuantitativa y
cualitativamente más que en el resto del planeta. Esto ha provocado una
migración de recursos financieros, humanos, tecnológicos y científicos hacia
esos centros industriales. En estos grandes centros industriales, no es
necesaria la comprensión filosófica del cosmos, sino la comprensión científica
de los fenómenos industriales.
En segundo lugar; el desarrollo filosófico ulterior del
siglo XIX, provocó el nacimiento de la teoría unificadora de la dialéctica, por
parte del filósofo alemán Hegel. La dialéctica Hegeliana, fue transformada y revolucionada
por Karl Marx y Frederick Engels, y aplicada por ellos al estudio del fenómeno
socio económico, lo cual puso de manifiesto, las contradicciones internas del
sistema capitalista de producción, y su inevitable fenecimiento como modo de
producción, lo cual inspiró a Lenin, a poner en práctica la teoría marxista de
la sociedad y desarrollar la Unión Soviética, la cual fue durante la segunda
mitad del siglo XX, la principal oposición militar y política, de los centros
industriales mencionados anteriormente. Así que toda ésta corriente filosófica
mal llamada “soviética”, fue literalmente prohibida en occidente.
Entonces ¿Por qué los filósofos soviéticos, cubanos o
chinos, no desarrollaron un modelo universal que explicara el cosmos?
En primer lugar: porque la filosofía sin ciencia, es como un
esqueleto sin carne. La carne (ciencia) emigraba hacia los centros industriales
de poder.
En segundo lugar: la ciencia no se desarrollo en la Unión
Soviética, porque el sistema económico y político, no lo permitía. Cualquier
persona que pensara diferente del partido comunista, ponía en peligro su propia
vida, así que la ciencia en la Unión Soviética, literalmente fue combatida
hasta sus raíces más elementales; el cuestionamiento individual del sujeto
operatorio. Por esa razón, la industria soviética, dependía de obtener tecnología
occidental, para hacerle “ingeniería inversa”, lo cual no es más que una forma
técnica y bonita de decir: “sacarle copia” a la tecnología occidental.
En tercer lugar: porque precisamente por las razones
descritas en el párrafo anterior, tampoco la filosofía, fue desarrollada. Ésta
quedo tal y como la dejaron; Hegel, Marx, Engels, Lenin y por ultimo Trotski, y
eso (el dogmatismo) es precisamente ir en contra del espíritu dialectico. Por
esa razón, el Materialismo Dialéctico quedó digamos estancado, no fue sino en
España donde evolucionó hacia el Materialismo Filosófico, gracias al trabajo
del Filósofo Gustavo Bueno.
En wikipedia se lee: “Respecto
del materialismo tradicional, el Materialismo Filosófico tiene como rasgo común
la negación del espiritualismo, la negación de la existencia de sustancias
espirituales. Pero no reduce por supuesto el materialismo a un burdo
corporeísmo, como de hecho sucede con otros materialismos. El Materialismo
Filosófico admite la realidad de seres materiales incorpóreos: la relación real
(no mental) de la distancia que existe entre dos botellas de agua que están
encima de una mesa es tan real como esas dos botellas corpóreas; esa distancia
es material incorpórea, y nada tiene de espiritual.”
“Las líneas más
importantes del Materialismo Filosófico, determinadas en función del espacio
antropológico (en tanto este espacio
abarca al «mundo íntegramente conceptualizado» de nuestro presente) pueden
trazarse siguiendo los tres ejes que organizan ese espacio, a saber, el eje
radial, el eje circular y el eje angular”.
Desde el eje radial el Materialismo Filosófico se nos
presenta como un materialismo cosmológico, en tanto que él constituye la
crítica (principalmente) a la visión del mundo en cuanto efecto contingente de
un Dios creador que poseyera a su vez la providencia y el gobierno del mundo
(el materialismo cósmico incluye también una concepción materialista de las
ciencias categoriales, es decir, un materialismo gnoseológico.
Desde el eje circular, se aproxima, hasta confundirse con
él, con el materialismo histórico, al menos en la medida en que este materialismo
constituye la crítica de todo idealismo histórico y de su intento de explicar
la historia humana en función de una «conciencia autónoma» desde la cual
estuviese planeándose el curso global de la humanidad.
Desde el eje angular, toma la forma de un materialismo
religioso que se enfrenta críticamente con el espiritualismo (que concibe a los
dioses, a los espíritus, a las almas y a los númenes, en general, como
incorpóreos), propugnando la naturaleza corpórea y real (no alucinatoria o
mental) de los sujetos numinosos que han rodeado a los hombres durante milenios
(el materialismo religioso identifica esos sujetos numinosos corpóreos con los
animales y se guía por el siguiente principio: «el hombre no hizo a los dioses
a imagen y semejanza de los hombres, sino a imagen y semejanza de los
animales»).
El Materialismo Filosófico incluye también la crítica a la
identificación del espacio antropológico con la omnitudo rerum, y esta crítica
abre el camino de regressus hacia la materia ontológico general.
La diferencia principal entre el Materialismo Filosófico y
el Materialismo Dialéctico, es que éste último ve la idea como un simple
reflejo de la materia. El Materialismo Filosófico ve la idea también como
materia. El Materialismo Dialéctico no reconoce la existencia de fenómenos incorpóreos,
pues se los atribuye a la superstición humana. El Materialismo Filosófico, sí
reconoce la existencia de fenómenos incorpóreos, pero no se las atribuye a la
superstición humana. De hecho, explica y prueba lógicamente que los fenómenos incorpóreos,
también son materiales. Por ejemplo, la distancia entre un zapato izquierdo y
un derecho es incorpórea, pero sí existe, y nada tiene que ver con lo
espiritual. Lo mismo pasa con el concepto “Dios”. El Materialismo Dialéctico
dice que simplemente no existe, mientras el Materialismo Filosófico dice qué sí
existe, solamente que no es espiritual. El concepto de Dios, según el Materialismo
Filosófico, es un fenómeno incorpóreo, pero que es material, simplemente por el
hecho que la mayoría de la población “cree” en eso. La actividad de “creer” es
una actividad material y objetiva, que llevó a los cruzados a abandonar todos
sus bienes, y cruzar toda Europa para luchar contra los Árabes. Así que el
concepto de Dios, sí que es material, objetivo e incorpóreo, aunque en realidad
no tiene nada de espiritual, ni tampoco se parece a un anciano montado en un
trono divino, emitiendo juicios en forma de rayos. Ambos el Materialismo
Dialéctico y el Materialismo Filosófico reconocen que el hombre creo a Dios,
sin embargo difieren a imagen de quien fue creado. El Materialismo Dialéctico,
dice que Dios fue creado originalmente a imagen del hombre. El Materialismo
Filosófico, dice que dios fue creado originalmente a imagen de los animales. El
Materialismo Filosófico llega a esa conclusión, pues analiza el devenir
histórico, no partiendo de la historia, sino de la prehistoria. En la época de
las cavernas, los dioses originales, tenían forma de animales, hecho que ha
sido comprobado por numerables descubrimientos arqueológicos, los cuales se les
denomina actualmente: “pinturas rupestres”. En resumen, la diferencia
cualitativa entre el Materialismo Dialéctico y el Materialismo Filosófico, es
igual a la diferencia cualitativa entre en materialismo mecanicista y el Materialismo
Dialéctico, o la diferencia cualitativa entre la mecánica Newtoniana y la
Mecánica Cuántica.
El Materialismo Dialéctico de Marx, Engels, Lenin, Trotski
etc. evita lidiar con los fenómenos incorpóreos, pues los atribuyen a la
imaginación del ser humano. Los tratan simplemente como disparates, creados por
la religión. Sin embargo el Materialismo Filosófico, le da un carácter material
y objetivo, a estos fenómenos incorpóreos. Para la explicación cosmológica del cosmos,
estamos en un callejón sin salida, pues estamos lidiando con fenómenos que no
se pueden medir, observar, pesar, cuantificar etc. que solamente residen en
realidad en la mente del sujeto operatorio (es decir el científico) y en este sentido, el Materialismo Dialéctico
se queda corto, pues éste trata a la mente y la idea, como un mero reflejo de
la materia, olvidando que las interconexiones entre los fenómenos mentales,
también tienen un comportamiento objetivo y material. ¿Acaso no están conectadas
las neuronas por electricidad material?.
En este sentido, el Materialismo Filosófico, es
cualitativamente superior al Materialismo Dialéctico. Éste brota de donde ya no
pudo evolucionar el Materialismo Dialéctico, pues en la Unión Soviética, no existían
las condiciones económicas y sociales para que pudiera ser perfeccionado. El Materialismo
Filosófico analiza la relación objetiva y material que existe entre los
fenómenos incorpóreos, tales como las partículas subatómicas, quarks, cuerdas
etc., siendo que éstos fenómenos no se pueden observar, no nos queda otra
opción más que llevar estos fenómenos frente a la lógica dialéctica racional y
objetiva, con las que el Materialismo Filosófico, analiza el comportamiento de
los fenómenos incorpóreos, que residen en el pensamiento abstracto.
A continuación se presenta un ejemplo de cómo el Materialismo
Filosófico, representa el último y más potente método para lidiar con los
fenómenos incorpóreos de la física de partículas. El filósofo del Materialismo
Filosófico Javier Pérez Jara, da una respuesta trituradora a Sigfrido Samet
Letichevsky de la revista filosófica “El catoblepas”, en la cual se genera una
polémica acerca del uso e interpretación de las matemáticas, para entender los
secretos del cosmos. Se presentará un extracto de su respuesta:
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