3.2 Dialéctica y Materialismo Dialéctico: TRÁNSITO DE CANTIDAD A CALIDAD
Hablamos de cambio cualitativo cuando una cosa se transforma
en otra que es esencialmente distinta. ¿Por qué unas cosas se transforman en
otras que tienen propiedades diferentes a las de las cosas de las que proceden?.
Según la ley de transición de la cantidad a la cualidad, el aumento o
disminución de la cantidad de materia influye en la transformación de una cosa
en otra distinta. La acumulación o disminución de la materia es progresiva,
mientras que el cambio de cualidad supone una modificación radical de la cosa,
una revolución. Con esta ley se explica el desarrollo de los seres y los
fenómenos naturales, sociales, etc.
Todos los objetos de la Naturaleza poseen características
mensurables, por lo que su esencia, su cualidad, es inseparable de los aspectos
cuantitativos. Cuando una cosa pasa de poseer una cualidad a poseer otra
hablamos de "salto cualitativo". Como todo movimiento es el resultado
de la lucha de elementos contrarios, el salto cualitativo supone la resolución
de una contradicción, que da lugar a una nueva realidad, que representa un
avance en el desarrollo de la Naturaleza. El salto cualitativo no supone el
mero cambio de una cualidad por otra, sino por otra que supera, de alguna
manera, a la anterior.
Por ejemplo:
En la progresión geométrica:
0,1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,89,144, el salto cualitativo se da en el número 5 en adelante. Es decir que el número 5,
representa el borde del caos. Si dividimos 1/1 =1, 2/1=2, 3/2= ½, pero Si
dividimos 5 /3 el número es 1.66…, es decir que ya se vuelve un número irracional.
Si dividimos 8/5 el número es 1.6, 13/8 es 1.625, es decir que del cinco en
adelante, ya no existe un patrón claro a seguir, de hecho el único patrón
aproximado, es el número áureo: Φ (fi)=1.680339887498948…. o sea, un número
irracional. se pasó de lo perfecto y lineal, a lo imperfecto e irracional, sin
embargo esta irracionalidad no es totalmente caótica, pues el número áureo,
tiende a ser 1.6803398…
Woods: “Accidente,
casualidad, contingencia, etc. son fenómenos que no se pueden definir solamente
en términos de las propiedades conocidas de los objetos en estudio. Sin
embargo, esto no significa que no se puedan comprender. Consideremos un ejemplo
típico de acontecimiento casual: un accidente de coche. Un accidente individual
está determinado por un número infinito de acontecimientos casuales: si el
conductor hubiese salido de casa un minuto antes, si no hubiese vuelto la
cabeza durante una fracción de segundo, si hubiese estado conduciendo 20 km/h
más lento, si la anciana no hubiese cruzado la calle, etc., etc. Todos hemos
oído este tipo de cosas muchas veces. El número de causas aquí es literalmente
infinito. Precisamente por esto el acontecimiento es completamente
impredecible. Es accidental, y no es necesario, porque podría o no haber
sucedido. Este tipo de acontecimientos, contrariamente a la teoría de Laplace,
están determinados por tal cantidad de factores independientes que no se pueden
determinar en absoluto. Sin embargo, cuando consideramos un gran número de
accidentes de este tipo, el cuadro cambia totalmente. Hay tendencias regulares
que se pueden calcular y predecir precisamente por lo que se llaman leyes
estadísticas. No podemos predecir un accidente individual, pero podemos
predecir con bastante precisión el número de accidentes que se producirán en
una ciudad en un determinado período de tiempo. No sólo eso, sino que podemos
introducir leyes y regulaciones que tengan un impacto definido en el número de
accidentes. Hay leyes que gobiernan la casualidad, que son tan necesarias como
las propias leyes de la causalidad. La relación real entre causalidad y
casualidad fue elaborada por Hegel, que explicó que la necesidad se expresa a
través del accidente.”
¿Acaso no se establecen mediante la comprensión de las
tendencias, las compañías de seguros de automóviles?. Es cierto que no se puede
predecir el comportamiento individual, pero sí se puede predecir el
comportamiento colectivo, por medio del análisis de las tendencias. El cambio
de cantidad en calidad entonces, postula que 1)ese cambio es radical y
revolucionario 2)que no se puede predecir exactamente quien, o qué provocará
esa revolución. Siguiendo esta línea de pensamiento; nunca se pudo haber
determinado el día y la hora de la revolución francesa, pero analizando la
cantidad de personas insatisfechas con la monarquía francesa, era solamente cuestión
de tiempo. El hecho que la revolución se haya presentado con la toma de la bastilla,
fue puramente casual. Lo mismo pasa con la segunda guerra mundial. Los
historiadores que no conocen de la segunda ley de la dialéctica, piensan que si
se pudiera regresar al pasado, e interrumpir el embarazo de la mamá de Adolf
Hitler, nunca hubiera existido la segunda guerra mundial. Esto es completamente
irracional, el hecho que Hitler haya liderado la segunda guerra mundial, es
algo puramente casual, si él no hubiera existido, otro caudillo se hubiera levantado. La
verdadera razón de la segunda guerra mundial, es la cantidad de personas
descontentas, frustradas, humilladas que vivían en Alemania, después de haber
perdido la primera guerra mundial. Esta cantidad de personas descontentas, fue
provocada básicamente al tratado de Versalles, donde prácticamente se obligaba
a Alemania (es decir a una cantidad determinada de ciudadanos alemanes) a pagar
por la reconstrucción de toda Europa. El
surgimiento de Hitler es pues, un acto totalmente casual, pero también
necesario.
Woods: “Los griegos
megarenses ya conocían la ley de la transformación de la cantidad en calidad,
que utilizaban para demostrar ciertas paradojas, a veces en forma de chistes.
Por ejemplo, el de la "cabeza calva" y el del "montón de
granos": ¿Un pelo menos significa que estés calvo, o un grano de trigo
hace un montón? La respuesta es no. ¿Y uno más? La respuesta sigue siendo no.
Entonces seguimos repitiendo la pregunta hasta que tenemos una cabeza calva y
un montón de granos de trigo”.
En los dichos populares, se puede apreciar también la
existencia de esta ley: “la gota que derramó el vaso”, “tanto fue el cántaro a
la fuente, que finalmente se rompió”.
Engels:“Otra
contraposición de que se ve cautiva la metafísica es la que media entre
casualidad y necesidad. ¿Puede haber una contradicción más tajante que la que
separa a estas dos determinaciones del pensamiento? ¿Cómo es posible que ambas
sean idénticas, que lo casual sea necesario y lo necesario, al mismo tiempo,
casual?. El sentido común, y con él la inmensa mayoría de los naturalistas,
consideran la casualidad y la necesidad como categorías que se excluyen
mutuamente de una vez por todas. Una cosa, una relación, un fenómeno tiene que
ser o casual o necesario, pero nunca ambas cosas a la vez”.
Sin embargo en la dialéctica la relación entre casualidad y
necesidad, no es mutuamente excluyente, sino complementaria. Si por ejemplo tengo un cubo de agua colgando
de una pequeña soga: Si al cubo vacío le agrego una gota de agua no pasa nada.
Si le agrego una segunda gota tampoco, y así sucesivamente hasta que llegue un
punto donde la cubeta este tan llena de gotas de agua, donde literalmente solo
falte una gota más, para que la soga se rompa. ¿Qué cosas pueden emular el peso
de una gota?, en primer lugar puede ser una gota misma, en segundo lugar puede
ser el viento, una hoja que se cae, un animal que pase golpeando el cubo, etc.
es decir: ¿Cuántas cosas podrían ocurrir, que causen que la soga se rompa?.
Literalmente es infinita la cantidad de cosas que podrían romper la soga. La
soga está al borde del colapso, al borde del caos. El caos es una situación que
se presenta como necesaria, y lo que desencadene el caos es casual. Por eso
es que en la ley del tránsito cuantitativo y cualitativo, también se presenta
le lay de unidad de lucha de contrarios. Aquí la contrariedad es la casualidad
y la necesidad.
Engels: “el ejemplo
más sencillo es el del oxígeno y el ozono, en que la proporción 2 : 3 provoca
propiedades completamente distintas, hasta el olor. Y, asimismo, los demás
cuerpos alotrópicos, que la química sólo explica por la diferente cantidad de
átomos que entran en las moléculas… La idea de cambio y de evolución se acepta
hoy generalmente, pero las formas por las que los cambios se producen en la
naturaleza y en la sociedad sólo han sido explicadas por la Dialéctica
marxista. La visión, bastante común, de la evolución como desarrollo pacífico e
ininterrumpido es; a la vez, parcial y falsa. En política, es la teoría
gradualista del cambio social, la base teórica del reformismo….Hegel desarrolló
la idea de una línea nodal en la que en un punto definido, los aumentos o
disminuciones puramente cuantitativos, dan lugar a un salto cualitativo: Por
ejemplo en el caso del agua calentándose, donde el punto de ebullición y de
congelación son los puntos donde bajo una presión normal el salto a un nuevo
estado tiene lugar y donde, por tanto, la cantidad se transforma en calidad…Así,
en el ejemplo citado, las transformaciones del agua (líquido) a vapor (gas)
o hielo (sólido) no ocurre con una
evaporación o congelación gradual, sino de repente, a una determinada
temperatura ( lOOº )'. El efecto acumulativo de los numerosos cambios de la
velocidad de las moléculas produce eventualmente un cambio de estado (cantidad
en calidad).”
Se pueden poner miles de ejemplos, de todas las ramas de la
ciencia, de la sociología e incluso de la vida cotidiana (por ejemplo, el punto
en el que al añadir más sal cambia el sabor de algo exquisito en algo
incomestible). Los cambios cualitativos de materia o de movimiento, solamente
se pueden dar mediante la adición o substracción de materia o de
movimiento.
Engels: “los cambios
de forma del movimiento son siempre un fenómeno que se efectúa entre dos
cuerpos por lo menos, uno de los cuales pierde una determinada cantidad de
movimiento de esta de esta cualidad (por ejemplo calor), mientras que el otro
recibe la cantidad correspondiente de movimiento de aquella otra cualidad
(movimiento mecánico, electricidad y descomposición química)… Si nos
representamos un cuerpo inanimado cualquiera dividido en partes cada vez más
pequeñas, vemos que no se opera, por el momento, ningún cambio cualitativo.
Pero esto tiene sus límites: si logramos, como en la evaporación, liberar las distintas moléculas
sueltas, podremos, en la mayor parte de los casos, seguir dividiéndolas, aunque
solamente mediante un cambio total de la cualidad… En las moléculas
elementales, aparecen los átomos libres, que producen resultados cualitativos
completamente distintos: los átomos libres del oxígeno en estado naciente
consiguen como jugando lo que jamás serían capaces de lograr los átomos del
oxígeno atmosférico vinculados en la molécula.”
Woods: “En una
situación tensa, por ejemplo un matrimonio en dificultades, incluso el
comentario más inocuo puede provocar una riña. Pero está claro que las palabras
que se han dicho no son la causa de la disputa. Es el producto de una
acumulación de presiones y tensiones, que más tarde o más temprano llegan a un
punto de ruptura. Cuando se llega a este punto el cambio más mínimo puede
provocar una explosión.”
Hegel: “Así, por ejemplo, vemos que el grado de
temperatura del agua es, al principio, indiferente por lo que se refiere a su
fluidez líquida; pero, al aumentar o disminuir la temperatura del agua fluida,
se llega a un punto en el que este estado de cohesión cambia y el agua se
convierte, de una parte, en vapor y de otra parte en hielo".
Engels: “Basta fijarse
en el oxígeno: si se combinan tres átomos para formar una molécula, en vez de
los dos de la combinación usual, tenemos el ozono, un cuerpo que se distingue
claramente del oxígeno corriente, tanto por el olor como por los efectos. Y no
hablemos ya de las diferentes proporciones en que el oxígeno se combina con el
nitrógeno o el azufre y cada una de las cuales forma un cuerpo cualitativamente
distinto de los otros. El gas hilarante (monóxido de nitrógeno N2O) es muy
distinto del anhídrido ácido-nítrico (pentóxido nítrico N2O5). El primero es un
gas; el segundo, bajo temperatura corriente, un cuerpo sólido cristalino. Y,
sin embargo, toda la diferencia de composición entre ambos cuerpos se reduce a
que el segundo contiene cinco veces más oxígeno que el primero, y entre uno y
otro se hallan, además, otros tres óxidos del nitrógeno (NO, N2O3, NO2), todos
ellos cualitativamente distintos de aquellos dos y entre sí… Es, por tanto, una
vez más, el número cuantitativo de átomos contenidos en la molécula el que
sienta la posibilidad y, una vez comprobada ésta, el que condiciona, además, la
existencia real de estos cuerpos isómeros cualitativamente distintos…La
cualidad de los elementos se halla condicionada por la cantidad de su peso
atómico”.
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