31 de marzo de 2014

2.3.2 ¿Puede la teoría del “Cosmos” ser explicada por los “Filósofos” tradicionales; religiosos, gnoseológicos o metafísicos (generalistas que usan únicamente palabras reveladas)?

2.3.2 ¿Puede la teoría del “Cosmos” ser explicada por los “Filósofos” tradicionales; religiosos, gnoseológicos o metafísicos (generalistas que usan únicamente palabras reveladas)?




La respuesta que le doy a esta pregunta es qué NO. Estos tampoco pueden explicar la teoría del cosmos; permítanme explicar porqué:

Históricamente los primeros físicos, en realidad fueron filósofos y viceversa. Pero hay que entender que en la antigüedad la ciencia no tenía tantas ramificaciones. Sin embargo hoy en día, los límites del campo de acción de cada ciencia están mejor delimitados que en la antigüedad. Así que hoy en día asumiremos teóricamente que los Físicos no son filósofos y que los filósofos no son físicos. Aunque el conocimiento de ambos se interceptan como en un diagrama de Venn, tienen diferencias elementales; el primero utiliza “La Forma” (es decir ecuaciones matemáticas) como la materia prima de su lenguaje, y el segundo utiliza “El contenido” (es decir, palabras y oraciones). El primero aplica el método científico a los fenómenos de movimiento, tiempo, espacio, distancia, energía etc.,  en base a eso se pone a filosofar sobre las relaciones en la naturaleza, sociedad y pensamiento. El segundo aplica el método dialéctico filosófico a las relaciones de la naturaleza, sociedad y pensamiento, y sobre eso se pone a filosofar sobre el movimiento, tiempo, espacio, distancia energía etc.
Como he explicado al inicio de éste ensayo, hay dos tipos de filosofía: Irracional y Racional.


Filosofía Irracional
La filosofía irracional, hace uso del lenguaje articulado, pero de manera irracional. Esto se da cuando el pensamiento humano, se divorcia de la práctica social, dando paso a la formación de la filosofía “idealista”. Cuando una persona se pone a filosofar, sin someter todos sus postulados a la aplicación práctica, sus conclusiones se van tornando cada vez más obscuras e irracionales. Platón pensaba que éste era el mejor método para conocer el cosmos. Según la escuela platónica, para conocer el cosmos, había que encerrarse en un cuarto obscuro, apagar las luces, cerrar los ojos y meditar. Según platón, todo depende de la “idea”, ésta es la que le da forma a la materia, por lo cual, la filosofía irracional se divide en: religión, gnoseología y metafísica:
La religión:, Definir qué es religión (del latín religare o re-legere) ha sido y es motivo de controversia entre los especialistas.

Según el sociólogo G. Lenski, es
“un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos”.
Por su parte, el antropólogo Clifford Geertz propone una definición alternativa:
“La religión es un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único”.
Debido al amplio espectro de usos de la palabra, resulta especialmente complejo ofrecer una definición exhaustiva de la religión o del fenómeno religioso. Sin embargo, se puede afirmar que, como hecho antropológico, engloba entre otros los siguientes elementos: “tradiciones, culturas ancestrales, instituciones, escrituras, historia, mitología, fe y credos, experiencias místicas, ritos, liturgias, oraciones...”[1]  El común denominador de todas las religiones, es la creencia en algo superior, que la idea existe independientemente de la materia y que  esta idea superior determina en mayor o menor medida, las relaciones de las fuerzas del cosmos, la sociedad y el pensamiento. Mi concepción materialista aborda el fenómeno de “El Todo” (Cosmos, sociedad y pensamiento) exactamente al contrario; es la materia la que determina la idea, y la idea influye activamente en la materia.

Sin embargo, aunque suene anti materialista, si todas las religiones tienen la idea de algo superior, es porque ha de existir algo superior, pues si uno de los principios materialistas es que la idea es determinada por algo material, así también la idea de algo superior, está igualmente  determinada por algo materialmente superior –no necesariamente un Dios-. Ese “algo” superior material, es lo que hace que todo se mueva y la religión y su concepto por excelencia “Dios” es simplemente la “Forma” que ese “algo” material tomó en la sociedad y en la mente de las personas.  

Mi concepto material acerca de ese “algo” superior, no es más ni menos que el principio dialéctico que “El todo es mayor a la suma de las partes”. Por ejemplo; El aire ¿De qué está formado?. Está formado de pequeñas combinaciones de oxigeno, hidrógeno y otros elementos. Dichas moléculas por sí mismas, no representan un peligro para nadie. ¿Huiría usted de las moléculas de aire?, yo no lo haría,  pero ¿Huiría usted de un tornado?, yo si lo haría. De qué está formado el tornado. ¿No está formado de moléculas de aire?.

Aquí se muestra que la suma de las partes, da algo “más” que simplemente la suma, en este caso, un tornado. En lo personal, si existe un “algo” superior: no es más que la suma de todas las inteligencias. En otras palabras, la suma de todas las inteligencias, da algo “más” que simplemente la suma. Así que ese es mi argumento en cuanto a la “idea superior”. Hasta el grado actual de la ciencia, no hay ninguna prueba que exista Dios, ni que los libros sagrados, sean sagrados. Así que quiero aclarar que ese “algo más” producto de la suma de las inteligencias, no creo que equivalga al concepto “Dios”, pues Dios hasta donde se sabe (dialécticamente hablando) no existe.  

No analizaré más este punto, pues haré una descripción completa en la última parte de éste ensayo, pero lo que me basta decir para lo que me interesa en este apartado, es que no debe ser tomado a la ligera el hecho de que prácticamente todos los seres humanos a lo largo de  la historia han creído más o menos en un  “algo” superior en algún momento de su vida.
Sin embargo, el problema de la religión es que es dogmática. Este hecho entra en contradicción directa con la ciencia. La investigación ha sido vista como pecaminosa, pues pone al descubierto las relaciones sociales de dominación.

La ciencia sin filosofía, conduce al misticismo. ¿Por qué?, porque la mayoría de científicos, fueron criados en hogares religiosos, así que las conclusiones filosóficas de los científicos, están bañadas de los prejuicios religiosos dogmáticos de su niñez. El dogma más famoso de todas las religiones, es que la “idea superior” que bien puede ser “Dios” o la “Idea Pura” de Kant, constituyen el principio de todo. Los prejuicios religiosos conducen al pensamiento metafísico, el cual es difícil de borrar de la mente de los investigadores, que hasta en las matemáticas termina colándose dicho misticismo.
Tal como explicaba Engels;

“Otro tanto ocurre con las matemáticas. Los matemáticos metafísicos usuales se jactan con gran orgullo de que los resultados de su ciencia no tengan nada que ver con la realidad”.
¿No es esto irracional?
Sin embargo al analizar cuidadosamente todas las conclusiones erróneas a las que llegan los físicos, no son del todo malas, pues la existencia de falsedades, no hace más que probar la autenticidad de las verdades, así que hasta los pensamientos más irracionales, sirven de algo.
Marx considera que la experiencia religiosa no es una experiencia de algo realmente existente. Su punto de vista es claramente ateo: no existe Dios ni una dimensión humana hacia lo trascendente (por ejemplo, algo así como un alma). Con la excepción de su tesis doctoral “Diferencias entre la filosofía de la naturaleza de Epicuro y la de Demócrito”, en donde expresamente se ocupa de los argumentos tradicionales para la demostración de la existencia de Dios, no encontramos en su filosofía argumentos explícitos que muestren la verdad del ateísmo frente a la verdad del creyente; para este filósofo el ateísmo es más bien un principio. Seguramente porque pensó que ya las críticas de la izquierda hegeliana, particularmente Feuerbach, habían puesto de manifiesto la inconsistencia o falsedad de las creencias religiosas, Marx apenas se molesta en refutar los argumentos para la demostración de la existencia de Dios, o en mostrar el supuesto absurdo de las creencias religiosas. Si queremos buscar en su filosofía una crítica a la religión la encontramos más bien en su idea de la religión como alienación.

La religión tiene que ser estudiada objetivamente, esto quiere decir que, desde su punto de vista, tenemos que estudiar la religión como estudiamos cualquier otra manifestación humana, tratando de ver su relación con otras experiencias humanas y, particularmente, en relación con las condiciones económicas y sociales de la sociedad que la ha gestado. En esta línea, Marx critica la religión por considerarla  una forma de alienación. La religión es una forma de alienación en tres sentidos:
• Por una parte porque es una experiencia de algo irreal, es una experiencia de algo que no existe. Siguiendo a Feuerbach, Marx considera que no es Dios quien crea al hombre sino el hombre a Dios. Recordemos el esquema básico de toda alienación: el sujeto realiza una actividad que le hace perder su propia identidad, su propio ser; bien por su actividad, bien por el objeto creado mediante ella, en la alienación el sujeto se anula a sí mismo. Según Marx, esto es precisamente lo que ocurre en la religión: el hombre toma lo que considera mejor de sí mismo (voluntad, inteligencia, bondad, ...) y lo proyecta fuera de sí, en el ámbito de lo infinito; a su vez, esta proyección se vive como una realidad que se enfrenta al propio sujeto que la ha creado. Si la religión supone la existencia de Dios como algo infinito, lo hace oponiendo a ella el mundo finito, incluido el hombre mismo, desvalorizando su propio ser y su propio destino, desvalorizando el mundo humano frente a la calidad absoluta de la realidad trascendente o divina, realidad, por otra parte, dice Marx, meramente inventada por el hombre;

• Pero la religión también es alienación porque desvía al hombre del único ámbito en donde le es realmente posible la salvación y felicidad, el mundo humano, el mundo de la finitud expresado en la vida social y económica. Al consolar al hombre del sufrimiento que en este mundo le toca vivir, sugiriendo en él que en el otro mundo le corresponderá la justicia y la felicidad plena, le resta capacidad, energía y determinación para cambiar las situaciones sociales, políticas y económicas que son las realmente culpables de su sufrimiento. En este sentido Marx dice que la religión es el “opio del pueblo”, pues en definitiva, adormece el espíritu revolucionario que de otro modo tendría el ser humano.

• Finalmente, su crítica a la religión se extiende también al hecho de que la religión  suele tomar partido, pero no por las clases desfavorecidas sino por la clase dominante, perpetuando a ésta en el poder, legitimando el estado de cosas existentes, dando incluso, en casos extremos, justificaciones teológicas al dominio de un grupo social sobre otro.   

Por las razones citadas, Marx consideró que era necesaria la superación de la religión y que ésta pasa realmente por la superación del sistema de clases sociales: la diferencia con respecto a Feuerbach se centra precisamente en esta cuestión, pues para Feuerbach la supresión de la religión era posible con su superación intelectual, con la crítica filosófica a la religión; Marx creyó que era necesario, además y fundamentalmente, la modificación de las condiciones económicas que la han hecho posible, es decir, la desaparición del orden social creado a partir de la existencia de la propiedad privada. En la sociedad comunista no existirá la religión pues en esta sociedad no existirá la alienación, y ya se ha dicho que la religión aparece como consecuencia de la alienación.

En resumen: La religión (pero no la base material y objetiva que genera la religión) tiene como objetivo; santificar las relaciones sociales de explotación de una clase social sobre otra, con la promesa que en la vida después de la muerte, los pobres recibirán su justa recompensa. Desde ese punto de vista, toda conclusión religiosa aplicada a la física y a la teoría del Cosmos, tendrá la intención “subjetiva” de acoplar lo observado, al modelo religioso. Ésa es la principal razón, por la cual, antes se creía que la tierra era el centro del cosmos, porque esto reafirmaba la mitología de la Biblia de que somos la más alta creación de Dios. ¿Es la tierra realmente el centro del cosmos?, ahora la ciencia nos ha revelado la verdad: NO. Por esa razón, es que la religión, es una forma de filosofía IRRACIONAL.

Gnoseología En la gnoseología se suele distinguir entre tres tipos de conocimiento: el conocimiento proposicional, el conocimiento práctico o performativo, y el conocimiento directo (acquaintance). El primero se asocia a la expresión «saber que», el segundo a la expresión «saber cómo», y el tercero, en el español, se asocia a la expresión «conocer» (en vez de «saber»). Así decimos, por ejemplo, que en la biología se sabe que los perros son mamíferos. Éste es un conocimiento proposicional. Luego existe un saber cómo entrenar un perro, el cual es un conocimiento práctico o performativo. Y por último, el conocimiento por familiaridad es aquel que posee quien dice, por ejemplo, «yo conozco a su perro». La mayoría del trabajo en gnoseología se centra en el primer tipo de conocimiento, aunque ha habido esfuerzos por cambiar esto.

Un debate importante y recurrente en la gnoseología es aquel entre el racionalismo y el empirismo. El racionalismo es la doctrina que sostiene que parte de nuestro conocimiento proviene de una «intuición racional» de algún tipo, o de deducciones a partir de estas intuiciones. El empirismo defiende, en cambio, que todo conocimiento proviene de la experiencia sensorial. Este contraste está asociado a la distinción entre conocimiento a priori y conocimiento a posteriori, cuya exposición más famosa se encuentra en la introducción a la Crítica de la razón pura, de Immanuel Kant.
Aún otra distinción influyente fue la que promovió Bertrand Russell entre conocimiento por familiaridad, y conocimiento por descripción. El primer tipo de conocimiento es el conocimiento directo, como puede ser una percepción o un dolor. El segundo es en cambio el conocimiento indirecto, al que llegamos sólo mediante una descripción definida que refiere unívocamente al objeto siendo conocido.[2]

El problema de la Gnoseología para comprender “El Cosmos”, es que recurrentemente niega los límites del conocimiento humano, lo cual se puede comprender mejor con el siguiente ejemplo: Si le explicamos a un perro que E=mc² éste no lo entenderá, pero ¿Y nosotros?. Realmente podemos entender La Teoría del Cosmos?. Ese es el problema fundamental de la Gnoseología, lo cual es completamente legítimo. Sin embargo se sabe del conocimiento humano, que si le asignáramos una forma geométrica, puesta en el centro de un plano cartesiano, éste tendría forma de espiral, donde el centro de la espiral (el cero del plano cartesiano de cuatro cuadrantes, divididos por X y Y) representa el inicio histórico de la cognición humana: los cuatro cuadrantes de la periferia de la espiral representan las esferas de la realidad objetiva, y la línea misma de la espiral representa el avance infinito del conocimiento humano. Si en la época de Aristóteles, la espiral tenía cuatro vueltas –por ejemplo-, ahora podríamos decir que tiene digamos seis vueltas. Es decir que la espiral ahora es más grande, el conocimiento humano ha penetrado aún más en la realidad objetiva. No se han descubierto más cuadrantes, sino que se ha penetrado más en la realidad objetiva de los ya existentes cuadrantes. Así que aunque El Cosmos sea infinito, usando este ejemplo podríamos decir que en la actualidad el ser humano tiene la capacidad de hacer una representación en digamos siete vueltas de la espiral, una vuelta más que en la época de Einstein, ni más ni menos.  El conocimiento humano, avanza sobre la base del conocimiento de nuestros antepasados, y ese es el principal problema de la Gnoseología; su constante negación del límite del conocimiento humano.

Metafísica:. En wikipedia se lee:“La metafísica se ocupa de investigar la naturaleza, estructura y principios fundamentales de la realidad.  Esto incluye la clarificación e investigación de algunas de las nociones fundamentales con las que entendemos el mundo, incluyendo: ser, entidad, existencia, objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.
Antes del advenimiento de la ciencia moderna, muchos de los problemas que hoy pertenecen a las ciencias naturales eran estudiados por la metafísica bajo el título de filosofía natural.
La ontología es la parte de la metafísica que se ocupa de investigar qué entidades existen y cuáles no, más allá de las apariencias.

Aristóteles designó la metafísica como «primera filosofía». En la física se asume la existencia de la materia y en la biología la existencia de la materia orgánica pero ninguna de las dos ciencias define la materia o la vida; sólo la metafísica suministra estas definiciones básicas. En el libro quinto de la Metafísica, Aristóteles presenta varias definiciones de términos filosóficos.
A lo largo de los siglos, muchos filósofos han sostenido que de alguna manera u otra, la metafísica es imposible. Esta tesis tiene una versión fuerte y una versión débil. La versión fuerte es que todas las afirmaciones metafísicas carecen de sentido. Esto depende por supuesto de una teoría del significado. Ludwig Wittgenstein y los positivistas lógicos fueron defensores explícitos de esta posición. La versión débil, por otra parte, es que si bien las afirmaciones metafísicas poseen significado, es imposible saber cuáles son verdaderas y cuáles falsas, pues esto va más allá de las capacidades cognitivas del hombre. Esta posición es la que sostuvieron, por ejemplo, David Hume e Immanuel Kant”.
El problema de la metafísica, es que es un estrecho y empírico, modo de pensar que se resume en el famoso pragmatismo "si funciona, debe ser correcto" por lo que analiza los hechos de forma aislada. Este modo de pensar es tan ilógico, que equivale a decir que para construir una casa solamente se necesitan ladrillos. Aunque no se conozca de arquitectura o ingeniería, cualquier persona sabe que para construir una casa, los ladrillos son solamente una parte de los componentes, también se necesita “Cemento” y “Estructura”. La metafísica carece de cemento y de estructura por lo que los filósofos metafísicos tampoco  podrían explicar la Teoría del cosmos.
Las otras categorías de la filosofía (Ética, Estética, Filosofía Política, Filosofía de la mente y Filosofía de la historia) no serán analizadas en éste ensayo.
¿Cómo se supera la irracionalidad de la filosofía?. Obviamente con su contrario; la racionalidad. Ésta viene de la mano de la ciencia, analizando los detalles del cosmos, destruyendo poco a poco los dogmas y las contradicciones lógicas de la filosofía idealista o irracional.
Stephen Hawking describe en pocas palabras, como la filosofía irracional (religión), fue perdiendo terreno frente a la ciencia:

“Ya en el año 340 a.C. el filósofo griego Aristóteles, en su libro De los Cielos, fue capaz de establecer dos buenos argumentos para creer que la Tierra era una esfera redonda en vez de una plataforma plana. En primer lugar, se dio cuenta de que los eclipses lunares eran debido a que la Tierra se situaba entre el Sol y la Luna. La sombra de la Tierra sobre la Luna era siempre redonda. Si la Tierra hubiera sido un disco plano, su sombra habría sido alargada y elíptica a menos que el eclipse siempre ocurriera en el momento en que el Sol estuviera directamente debajo del centro del disco…Aristóteles creía que la Tierra era estacionaria y que el sol, la luna, los planetas y las estrellas se movían en órbitas circulares alrededor de ella. Creía eso porque estaba convencido, por razones místicas, de que la Tierra era el centro del cosmos y de que el movimiento circular era el más perfecto…El modelo de Ptolomeo proporcionaba un sistema razonablemente preciso para predecir las posiciones de los cuerpos celestes en el firmamento. Pero, para poder predecir dichas posiciones correctamente, Ptolomeo tenía que suponer que la Luna seguía un camino que la situaba en algunos instantes dos veces más cerca de la Tierra que en otros. ¡Y esto significaba que la Luna debería aparecer a veces con tamaño doble del que usualmente tiene! Ptolomeo reconocía esta inconsistencia, a pesar de lo cual su modelo fue amplia, aunque no universalmente, aceptado. Fue adoptado por la Iglesia cristiana como la imagen del cosmos que estaba de acuerdo con las Escrituras, y que, además, presentaba la gran ventaja de dejar, fuera de la esfera de las estrellas fijas, una enorme cantidad de espacio para el cielo y el infierno...Un modelo más simple, sin embargo, fue propuesto, en 1514, por un cura polaco, Nicolás Copérnico. (Al principio, quizás por miedo a ser tildado de hereje por su propia iglesia, Copérnico hizo circular su modelo de forma anónima.) Su idea era que el Sol estaba estacionario en el centro y que la Tierra y los planetas se movían en órbitas circulares a su alrededor. Pasó casi un siglo antes de que su idea fuera tomada verdaderamente en serio. Entonces dos astrónomos, el alemán Johannes Kepler y el italiano Galileo Galilei, empezaron a apoyar públicamente la teoría copernicana, a pesar de que las órbitas que predecía no se ajustaban fielmente a las observadas. El golpe mortal a la teoría aristotélico/ptolemaica llegó en 1609. En ese año, Galileo comenzó a observar el cielo nocturno con un telescopio, que acababa de inventar. Cuando miró al planeta Júpiter, Galileo encontró que éste estaba acompañado por varios pequeños satélites o lunas que giraban a su alrededor. Esto implicaba que no todo tenía que girar directamente alrededor de la Tierra, como Aristóteles y Ptolomeo habían supuesto... “Newton comprendió que, de acuerdo con su teoría de la gravedad, las estrellas deberían atraerse unas a otras, de forma que no parecía posible que pudieran permanecer esencialmente en reposo. ¿No llegaría un determinado momento en el que todas ellas se aglutinarían? En 1691, en una carta a Richard Bentley, otro destacado pensador de su época, Newton argumentaba que esto verdaderamente sucedería si sólo hubiera un número finito de estrellas distribuidas en una región finita del espacio. Pero razonaba que si, por el contrario, hubiera un número infinito de estrellas, distribuidas más o menos uniformemente sobre un espacio infinito, ello no sucedería, porque no habría ningún punto central donde aglutinarse”

Luego, Einstein vino a reafirmar y al mismo tiempo negar todos los postulados de Newton. Los reafirmo en el sentido que comprobó que los objetos grandes ciertamente atraen a los pequeños, pero lo negó en el sentido que no es el objeto en sí, sino la curvatura de la tela tiempo - espacio, es la que atrae a los objetos pequeños. Así que los postulados iniciales, que la tierra era el centro del cosmos, fueron derribados por toda la evidencia científica de lo contrario. Pero ¿Este derrumbe fue de un sólo, o fue gracias a la acumulación de evidencia científica?. Aquí podemos ver como la acumulación de una cantidad de postulados científicos, inevitablemente llegan a un punto en que las viejas ideas están al borde del colapso, y eventualmente colapsan de manera caótica, es decir; se produce un cambio de cantidad (documentos científicos) a calidad (nuevo pensamiento racional).
En éste ensayo como expliqué al principio, se usa el método contrario al de la metafísica, es decir, el materialista.

Este método de pensamiento parte de la premisa que la materia es primero y la inteligencia o la idea, después. La materia determina la idea, pues es antes que ésta.  Según ésta, la filosofía racional o “materialista”, para conocer el cosmos, hay que hacer lo opuesto a Platón: dejar de meditar, abrir los ojos, encender la luz, y salir a la calle para observar, deducir hipótesis, someter estas hipótesis a una comprobación empírica, por medio de un experimento o una observación, y luego sacar conclusiones racionales. En pocas palabras; la materia prima de la filosofía racional, es la ciencia. No las conclusiones, falacias y filosofía personal de los científicos, sino la ciencia pura; es decir todo los conocimientos que están respaldados por comprobación experimental u observación.
En resumen; La Teoría del Cosmos no puede ser explicada tampoco por los filósofos y religiosos que usan únicamente lenguaje  “de contenido” –dialéctico-, en primer lugar por que apelan al concepto irracional de “revelación”, y en segundo lugar porque éstos en su lenguaje de descripción de los rasgos del cosmos, no tienen lo que le sobra al lenguaje de los Físicos; “Ecuaciones”. A los Físicos les falta dialéctica y a los dialécticos les falta “Física”. Los Físicos utilizan la “Forma” como materia prima de su lenguaje, los dialécticos utilizan “el contenido”. Ambos se necesitan mutuamente, ellos deben hablar entre sí para que interdisciplinariamente se aborde el fenómeno y sea mejor comprendido. Ese es el propósito de este ensayo, unir: Forma y Contenido.




[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Religion
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa

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