Sensación
Los fósiles moleculares derivados de los lípidos de la
membrana plasmática y del resto de la célula ―denominados «biomarcadores»―
confirman que ciertos organismos similares a cianobacterias habitaron los
océanos arcaicos hace más de 2700 millones de años. Estos microbios
fotoautótrofos liberaron oxígeno a la atmósfera, el que comenzó a acumularse
hace aproximadamente 2,200 millones de años y subsecuentemente transformó
definitivamente la atmósfera terrestre. La aparición de la fotosíntesis y el posterior
surgimiento de una atmósfera rica en oxígeno y no reductora, puede también
rastrearse a través de los depósitos laminares de hierro y bandas rojas
posteriores, producto de los óxidos de hierro. Éste fue un requisito necesario
para el desarrollo de la respiración celular aeróbica, la cual se estima que
emergió hace aproximadamente 2,000 millones de años.
Los procariotas, entonces, habitaron la Tierra desde hace 3,000
a 4,000 millones de años. Durante los siguientes miles de millones de años no
ocurrió ningún cambio significativo en la morfología u organización celular en
estos organismos.
El siguiente cambio sustancial en la estructura celular lo
constituyen los eucariotas, los cuales surgieron a partir de bacterias antiguas
envueltas, incluidas, en la estructura de los ancestros de las células
eucariotas, formando una asociación cooperativa denominada endosimbiosis. Las
bacterias envueltas y su célula hospedante iniciaron un proceso de co evolución,
por el cual las bacterias originaron las mitocondrias o hidrogenosomas. Un
segundo evento independiente de endosimbiosis con organismos similares a
cianobacterias llevó a la formación de los cloroplastos en las algas y plantas.
La evidencia tanto bioquímica como paleontológica indica que las primeras
células eucarióticas surgieron hace unos 2000 a 1500 millones de años, a pesar
de que los atributos clave de la fisiología de los eucariotas probablemente
evolucionaron previamente.
La historia de la vida sobre la Tierra fue la de los
eucariotas unicelulares, procariotas y arqueas hasta hace aproximadamente 610
millones de años, momento en el que los primeros organismos multicelulares
aparecieron en los océanos en el período denominado Ediacárico. Algunos
organismos ediacáricos podrían haber estado estrechamente relacionados con
grupos que más adelante se convertirían en prominentes, tales como los
poríferos o los cnidarios. No obstante, debido a la dificultad a la hora de
deducir las relaciones evolutivas en estos organismos, algunos paleontólogos
han sugerido que la biota de Ediacara representa una rama completamente
extinta, un «experimento fallido» de la vida multicelular, que supuso que la
vida multicelular posterior volviera a evolucionar más adelante a partir de
organismos unicelulares no relacionados. La evolución de los organismos
pluricelulares ocurrió entonces en múltiples eventos independientes, en
organismos tan diversos como las esponjas, algas pardas, cianobacterias, hongos
mucosos y mixobacterias.
Poco después de la aparición de estos primeros organismos
multicelulares, una gran diversidad biológica apareció en un período de diez
millones de años, en un evento denominado explosión cámbrica, un lapso breve en
términos geológicos pero que implicó una diversificación animal sin paralelo y
el cual está documentado en los fósiles encontrados en los sedimentos de
Burgess Shale, Canadá. Durante este período, la mayoría de los filos animales
aparecieron en los registros fósiles, como así también una gran cantidad de
linajes únicos que ulteriormente se extinguieron. La mayoría de los planes
corporales de los animales modernos se originaron durante este período. Varios
desencadenantes de la explosión cámbrica han sido propuestos, incluyendo la
acumulación de oxígeno en la atmósfera debido a la fotosíntesis. (nótese la ley
de la acumulación cuantitativa, que se traduce en un cambio cualitativo).
Este salto cualitativo, se traduce en una nueva propiedad
emergente de la materia; la sensación. Esta es algo así como un “reflejo” de la
materia que se imprime en los organismos más simples. Es la recepción de
estímulos importantes para los seres vivos de forma calórica, térmica, química
o mecánica del medio ambiente, que se traduce
en impulsos eléctricos o químicos de una entidad biológica.
Una prueba de que la materia orgánica germinal, evoluciona
hacia la sensación, se presenta en los Trilobites del período cámbrico.
Wikipedia/Trilobites:
Los trilobites (Trilobites, del latín, "tres lóbulos") son una clase
de artrópodos extintos, dentro del subfilo Trilobitomorpha. Son los fósiles más
característicos de la Era Paleozoica (Era Primaria). Se han descrito casi 4.000
especies”.
Aparecieron en el período Cámbrico (al inicio del
Paleozoico, hace unos 540 millones de años), y empezaron a diversificarse ya en
el Cámbrico inferior. Tras la extinción masiva de finales del Cámbrico sólo
sobrevivieron las formas que habitaban ambientes pelágicos, de aguas profundas.
Durante el Ordovícico alcanzaron su máxima diversidad y ocuparon casi todos los
nichos ecológicos marinos. A partir del Silúrico presentaron pocos cambios,
hasta que en las crisis del Devónico medio y superior sufrieron una importante
reducción, extinguiéndose todos los órdenes excepto Proetida. Durante el Carbonífero
los representantes del grupo son escasos y restringidos a ambientes de
arrecife. Los últimos trilobites, ya sólo habitantes de aguas someras,
desaparecieron durante la crisis del límite Permo-Triásico (hace unos 250
millones de años). Por tanto, su presencia en la Tierra se prolongó durante
todo el Paleozoico, más de 300 millones de años. Los trilobites son tan
abundantes y han sido tan profundamente estudiados, que probablemente sean el
grupo de animales fósiles más conocidos.
Inicialmente se consideraron antepasados de los crustáceos
(en especial la cochinilla de humedad terrestre, que comparte ciertas
características en común) o incluso de todos los artrópodos (ya que fueron los
primeros en aparecer en el registro fósil). Hoy se les considera como un grupo independiente, separados de
mandibulados y quelicerados.
Wikipedia: … “Sobre
las genas del trilobites hay un par de grandes ojos compuestos
sorprendentemente evolucionados (en algunas especies situados sobre
pedúnculos), análogos a los de parientes actuales como los crustáceos e
insectos. De hecho, los trilobites
fueron los primeros animales en desarrollar ojos complejos, lo que
probablemente influyó en su éxito evolutivo.”
Lo interesante de la evolución de los trilobites, es que a
pesar que su evolución es independiente del resto de las formas de vida actual,
éstos desarrollaron proto ojos. Los trilobites podían prácticamente “ver”, como
actualmente conceptualizamos la visión, pero podían hacerse una imagen del
ambiente que les rodeaba. El hecho que los trilobites hayan evolucionado en
dirección de la sensación (óptica en este caso) es una prueba, que ese es el
camino que necesariamente toma la evolución de la materia orgánica.
Aproximadamente hace 500 millones de años, las plantas y los
hongos colonizaron la tierra y fueron rápidamente seguidos por los artrópodos y
otros animales. Es indiscutible que la aparición de la “sensación” en forma de
sistemas sensoriales, se presentó en los anfibios que aparecieron en la
historia de la Tierra hace alrededor de 300 millones de años, seguidos por los
primeros amniotas, luego los mamíferos hace unos 200 millones de años y las
aves hace 100 millones de años. Todas
estas formas de vida tienen algo en común: Órganos sensoriales.
La sensorialidad, es el germen de la inteligencia. La
sensorialidad se deriva hacia; sensaciones, percepciones y representaciones.
Esto ya lo analizamos al principio de este ensayo, y ahora regresamos
nuevamente a esto, pero sobre una base cualitativamente superior. El grado
sensorial del conocimiento, agrupa ciertas impresiones formando los conceptos. La
agrupación de conceptos, da lugar a los juicios y diversos juicios basados en
premisas conocidas por la práctica, inevitablemente llevan al surgimiento del
razonamiento, es decir, la inteligencia.
El “concepto” es la primera forma de pensamiento y
tiene cinco elementos: 1) el elemento visual; es la imagen que el fenómeno
proyecta en nuestro cerebro (una manzana por ejemplo, o la palabra “manzana”
escrita en un lenguaje que reconozcamos). 2) el elemento auditivo; es el sonido
que el fenómeno emite hacia nuestro cerebro (el sonido de una manzana siendo
partida a la mitad por ejemplo, o la palabra “manzana” dicha en un lenguaje que
reconozcamos). 4) el elemento gustativo; es el sabor que el fenómeno tiene en
el paladar (el sabor de la manzana). 5) el elemento táctil; la textura
perceptible del fenómeno. En pocas
palabras, el concepto es la forma de pensamiento, que agrupa las cinco
sensaciones captadas por nuestros sentidos, en un solo elemento, que a su vez
es un reflejo subjetivo de un fenómeno objetivo. El ser humano reúne infinidad
de conceptos en sus primeras etapas de vida. De la misma forma, como acabo de
describir la formación del concepto “manzana”, así mismo se formó el concepto
“árbol”, o el concepto “bosque”.
El “Juicio” es cuando el ser humano “relaciona” un
concepto con otro concepto. Por ejemplo: La manzana “está relacionada” con
el árbol. ¿Cuál es la relación que existe entre estos dos elementos?. El ser
humano se da cuenta que por su acción práctica sobre estos dos fenómenos
objetivos, que las manzanas nacen de los árboles, o “están” contenidas en el
árbol”. El juicio sería entonces: “La manzana, está en el árbol”, o en plural:
“Las manzanas están en los arboles”.
El “razonamiento”, se da
cuando el cerebro une dos juicios: Las manzanas están en los
árboles, los árboles están en los bosques; por lo tanto; Las manzanas están
en los bosques. Si un ser humano divisa un bosque a lo lejos, puede
inferir o razonar que en ese bosque hay árboles, y por lo tanto hay manzanas,
así que si tiene hambre se dirige a ese bosque lejano, aunque no haya sido
capaz de divisar ni una manzana.
El conocimiento inferido o razonamiento (inteligencia), es
cuando nos vemos obligados a menudo a apoyarnos no en la experiencia inmediata
sino en el saber anteriormente adquirido. Confrontando entre sí proposiciones
verdaderas conocidas, podemos describir nuevas verdades, dar una base a algunas
otras proposiciones cuyo carácter verídico no se haya establecido. EJEMPLOS:
A) los cuerpos celestes pequeños giran alrededor de los grandes, la
tierra es un cuerpo celeste, LA TIERRA
GIRA ALREDEDOR DEL SOL B) los mamíferos
tienen mamas, el perro es un mamífero, EL PERRO TIENE MAMA.
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