4.2 El
Primer Ente: Tiempo/Espacio
Newton concebía el tiempo fluyendo en una línea continua en
todas partes. Incluso si no hubiese materia, habría un entorno de espacio y el
tiempo fluiría "a través" de Él. El entorno espacial absoluto de
Newton se suponía que estaba lleno de un supuesto "Éter" a través del
que fluían las ondas lumínicas. Newton pensaba que el tiempo era como un enorme
"contenedor" dentro del cual todo existía y cambiaba. En esta idea se
concibe el tiempo como si tuviese una existencia separada y aparte del cosmos
natural. El tiempo existiría incluso si no existiese el cosmos. Esto es
característico del método mecánico (e idealista), en el que tiempo, espacio,
materia y moción se concebían como cosas absolutamente separadas. En realidad
es imposible separarlas.
Sin embargo, como se ha establecido hasta este punto; la
transformación, produce materia. La materia se divide en materia en reposo y
relativamente ordenada (Espacio y atracción gravitatoria) y materia en
movimiento y relativamente caótica (tiempo y repulsión electronuclear).
¿Tuvo inicio el tiempo?
Imaginemos por un momento, un lugar que no esté en ningún
lugar, y un instante que no esté en ningún instante. Este argumento, no es
filosóficamente lógico, sino al contrario; es ilógico. Por esa razón, es
necesario que antes de analizar el tiempo y el espacio, examinemos la idea de
“nada”, por que los científicos modernos, argumentan que la nada origino al
tiempo y el espacio, lo cual es contradictorio e irresoluble.
Joaquín Rodriguez: “Todo
ser o existencia particular sea el conjunto cósmico, el subconjunto universal,
o un subconjunto del cosmos, existe como una diferenciación que excluye a todas
las demás forma de existencia posibles. Lo que significa que la potencia
existencial de la cual derivan o son derivadas todas las formas de existencia,
contiene todas las formas indiferenciadas de existencia posibles, las cuales en
tanto que formas no optimizadas por la síntesis existencial, son infinitas.
Esto significa que su forma de existencia es la ausencia de toda forma de
existencia. De esta forma la nada deja de ser una expresión metafísica que
expresa la negación abstracta de la existencia, siendo la integral de todas las
formas de existencia posibles, que carece de forma existencial porque la
integración de todas las formas existenciales es la ausencia de toda forma
existencial. De este modo la nada puede
definirse como extensión de magnitud infinitesimal y densidad infinita que
encierra todas las formas de existencia posibles… La existencia como síntesis fenomenológica
de la potencia existencial de cada forma de existencia, en una inmediatez
cósmica y en una mediación universal, supone el desarrollo fenomenológico del
principio de conservación de la materia como substancia y de la energía como fenomenología
secuencial de la materia o substancia existencial.
No es por tanto la
materia como substancia fenomenológica mecanicista, sino la materia como
substancia existencial, ni la energía como relación mecanicista sino la energía
como fenomenología secuencial de la existencia. El nuevo principio de
conservación nos sitúa pues ante una física ontológica, que supera las
limitaciones y contradicciones de la física fenomenológica, pero que no se
queda en estas definiciones sino que tiene su propia metodología científica y está
en condiciones de resolver lo que la
metodología científica burguesa no puede resolver.”
Ya Aristóteles, concebía el tiempo como algo infinito;
Aristóteles: "Sin
embargo es imposible, que la moción se pueda generar o perecer; tiene que haber
existido siempre. Tampoco el tiempo puede empezar a existir o cesar; porque no
puede haber un ‘antes' ni un ‘después' donde no hay tiempo. El movimiento por
lo tanto, es también continuo, en el sentido en que lo es el tiempo, porque el
tiempo es la misma cosa que la moción o un atributo de ésta; por lo tanto la
moción tiene que ser continua como lo es el tiempo, y si lo es tiene que ser
local y circular…El movimiento no puede empezar ni cesar: tampoco el tiempo
puede empezar, ni cesar".
Es una pena, que los científicos occidentales, hayan sido
educados sin un marco filosófico de referencia. Esto no les permite darse
cuenta de lo ilógico que es; a) pensar que el tiempo es independiente del
espacio (Newton), o que el tiempo tuvo un inicio (Hawking).
Rodrigo García Colín Carrillo: “En primer lugar hay que señalar que el tiempo no se considera como una
categoría a priori del sujeto, ni tampoco una constante absoluta independiente
de la materia. Aquí el tiempo se hace depender del movimiento material, no hay
tiempo sin materia y en tanto, como ya vimos, la materia es inconcebible sin el
movimiento —además de que la materia tiene infinitas formas de movimiento— , se
entiende que el tiempo y su noción cambiará en función del tipo de movimiento.
El concepto de tiempo variará según el marco de referencia. Un año en la tierra
no es lo mismo que un año en Júpiter. Ni tampoco la idea de tiempo y espacio es
la misma para un ser humano y para un mosquito, con una vida de unos pocos
días, o para una partícula subatómica con una vida de una billonésima parte de
un segundo (asumiendo, por supuesto, que estas entidades pudieran tener algún
tipo de concepto). A lo que nos estamos refiriendo es a la manera que se
percibe el tiempo en diferentes contextos, (...) los métodos normales de
medición no se pueden aplicar a la vida de las partículas subatómicas como al
tiempo geológico... Los experimentos han demostrado, por ejemplo, que la vida
de los mesones (partículas subatómicas cuya vida media es de 10–6 segundos que
se mueven rápidamente) es decenas y hasta cientos de veces superior en un
acelerador de partículas. El tiempo o la duración de los procesos aumenta
conforme aumenta la velocidad del sistema. La duración de los procesos está
también relacionado con la gravedad. Los relojes atómicos son más lentos
situados donde la gravedad es mayor… Un reloj atómico volando a 30.000 pies de
altura gana tres mil millonésimas de segundo en una hora. Esto confirma la
predicción de Einstein con un margen de error del uno por ciento... Todo
movimiento es movimiento con respecto a otros cuerpos; es inconcebible el
movimiento de algo sin referirlo a su relación espacial con otro objeto, estas
relaciones son las que determinan las cualidades de la cosa”.
Tal como Hegel había
explicado: "La cosa es en sí misma,
pero también es en sí misma porque es para otro, en tanto que esos otros
objetos determinan a la cosa y la hacen ser lo que es; la diferenciación de los
distintos aspectos de la cosa que se creía en sí, son momentos que hacen de la
cosa lo que es. Así, la cosa es en sí misma, porque las propiedades le
pertenecen, y no lo es porque la delimitación con lo otro la muestra diferente
y por ello única".
El tiempo es, entonces, una expresión del movimiento.
El error de Hawking, es pensar que el tiempo depende de su medición, y del
sujeto operatorio que lo mide. El tiempo, existe independientemente del
sujeto operatorio. ¿Acaso habían sujetos operatorios hace 13,000 millones
de años?. O es que a caso ¿El tiempo comenzó a existir cuando apareció el
hombre en la tierra para poder medirlo?, esto es tan absurdo como asegurar que
la tierra comenzó a ser redonda, cuando Colón descubrió América.
Veamos lo que dice Hawking:
“Cada observador tiene
su propia medida del tiempo. El tiempo para alguien que esté en una estrella
será diferente al de otra persona lejana, debido al campo gravitatorio de esa
estrella”.
La confusión de Hawking es de carácter metodológico. Él
piensa que la relatividad temporal, obedece a la posición espacial del sujeto
operatorio, porque cada individuo tiene una medida diferente de tiempo. En
realidad la relatividad temporal, obedece a las fluctuaciones tiempo/espacio,
causadas por las aglutinaciones másicas. El tiempo sí es relativo, pero nada
tienen que ver los sujetos operatorios. Hawking cree que para que el tiempo sea
relativo, “debe” existir un sujeto operatorio que lo mida. En pocas palabras,
Hawking confunde la relatividad del tiempo, con la forma de medir el tiempo.
Stephen Hawking: “Cuando
combinamos la mecánica cuántica con la relatividad general parece haber una
nueva posibilidad que no surgió antes: el espacio y el tiempo juntos podrían
formar un espacio de cuatro dimensiones finito, sin singularidades ni
fronteras, como la superficie de la Tierra pero con más dimensiones. Parece que
esta idea podría explicar muchas de las características observadas del cosmos,
tales como su uniformidad a gran escala y también las desviaciones de la
homogeneidad a más pequeña escala, como las galaxias, estrellas e incluso los
seres humanos. Podría incluso explicar la flecha del tiempo que observamos.”
Woods: “En El Capital,
Marx muestra como el trabajo humano concreto se convierte en el medio para
expresar el trabajo humano abstracto. Es la forma bajo la cual se manifiesta su
opuesto, el trabajo humano abstracto. El valor no es una cosa material que se
pueda derivar de las propiedades físicas de una mercancía. De hecho es una
abstracción de la mente. No por ello es una invención arbitraria. De hecho es
una expresión de un proceso objetivo, y está determinado por la cantidad de
fuerza de trabajo socialmente necesaria gastada en su producción. De la misma
manera, el tiempo es una abstracción que, aunque no se puede ver, ni oír, ni
tocar, y sólo se puede expresar en términos relativos como medidas, sin embargo
denota un proceso físico objetivo”.
Espacio y tiempo son abstracciones que nos permiten medir y
comprender el mundo material. Toda medición está relacionada al espacio y al
tiempo. La gravedad, las propiedades químicas, el sonido, la luz, todo lo
analizamos desde estos dos puntos de vista. De esta manera la velocidad de la
luz es 300.000 kilómetros por segundo, y el sonido se determina por el número
de vibraciones por segundo. El sonido de un instrumento de cuerda, por ejemplo,
se determina por el tiempo en que ocurren un determinado número de vibraciones
y los elementos espaciales (longitud y grosor) del cuerpo vibrante. La armonía
que apela a los sentimientos estéticos de la mente es también otra
manifestación de una ratio, medición y por lo tanto tiempo.
El tiempo no se puede expresar más que de manera relativa.
Igualmente la magnitud de valor de una mercancía sólo se puede expresar en
relación a otros bienes. Sin embargo el valor es intrínseco a las mercancías, y
el tiempo es una característica objetiva de la materia en general. La idea de
que el propio tiempo es simplemente subjetivo, es decir una ilusión de la mente
humana, es reminiscente del prejuicio de que el dinero es meramente un símbolo,
sin significado objetivo. Cada vez que se intentó poner en práctica la idea de
"desmonetarizar" el oro, que partía de esta premisa falsa, se provocó
inflación. En el Imperio Romano, el valor del dinero se fijaba por un decreto
imperial y estaba prohibido tratar el dinero como una mercancía. El resultado
fue una constante depreciación de la moneda. Un fenómeno similar ha tenido
lugar en el capitalismo moderno, especialmente desde la Segunda Guerra Mundial.
En la economía, como en la cosmología, la confusión de la medición con la
naturaleza de la cosa en sí lleva al desastre en la práctica…Mientras que
definir qué es el tiempo presenta una dificultad, medirlo no. Los propios
científicos no explican qué es el tiempo, sino que se limitan a la medición del
tiempo. De la mezcla de estos dos conceptos surge una confusión sin fin.
Así Feynman dice:
"A lo mejor
tenemos que enfrentarnos al hecho de que el tiempo es una de las cosas que no
podemos definir (en el sentido del diccionario), y sólo decir que es lo que ya
sabemos que es: ¡es cuánto esperamos! De todos modos, lo que realmente importa
no es como definir el tiempo, sino cómo medirlo".
La medición del tiempo implica necesariamente unos puntos de
referencia, y cualquier fenómeno que vincule cambio y tiempo, por ejemplo la
rotación de la tierra o el movimiento de un péndulo. La rotación diaria de la
tierra sobre su eje nos da una escala de tiempo. La decadencia de los elementos
radioactivos se puede utilizar para medir intervalos de tiempo largos. La
medida del tiempo implica un elemento subjetivo. Los egipcios dividían el día y
la noche en doce partes. Los sumerios tenían un sistema numérico basado en 60,
y por lo tanto dividían la hora en 60 minutos y el minuto en 60 segundos. El
metro se definió como la diez millonésima parte de la distancia del polo al
ecuador terrestre (aunque esto no es estrictamente exacto). El centímetro es la
centésima parte de un metro, y sucesivamente. A principios de este siglo, la
investigación del mundo subatómico llevó al descubrimiento de dos unidades de
medida naturales, la velocidad de la luz, “c”, y la constante de Planck, “h”.
Estas no son directamente masa, longitud o tiempo sino una unidad de todas ellas.
El tiempo expresa
el cambio de la materia. El cambio de la materia expresa el devenir del tiempo.
Si la materia y el movimiento se detiene, aunque sea sólo relativamente ¿Se
detiene también el tiempo, aunque sea solamente de forma relativa?. Si la materia
existe, entonces existe el tiempo. En un agujero negro, la materia está en un
estado especial de existencia, por lo que el tiempo también está en un estado
especial de existencia, pero decir que la materia y el tiempo ya no existen en
un agujero negro, es anti dialéctico, es decir: ilógico.
El tiempo es la característica de la materia, que representa
el movimiento y el cambio, es decir “el contenido” y la “fuerza electronuclear”.
El espacio, es la característica de la materia, que representa el reposo
relativo, es decir “la forma” y la fuerza gravitatoria. Sin embargo hay que
considerar, que estas dos características están en una constante unidad y lucha
de contrarios, así que tiempo se trueca en espacio y espacio se trueca en
tiempo, es decir “es y no es”. Por ejemplo, el futuro es indeterminado
(contenido), mientras que el pasado es incambiable (forma).
Ahora hablemos del Espacio:
Woods: “Si concebimos
el espacio como una Cosa-en-Sí, espacio vacío, como en Euclides, claramente no
se puede curvar. Es "nada". Pero como planteó Hegel, no hay nada en
el cosmos que no contenga a la vez ser y no ser. El espacio y la materia no son
fenómenos diametralmente opuestos y mutuamente excluyentes. El espacio contiene
materia y la materia contiene espacio. Son completamente inseparables. El
cosmos es precisamente la unidad dialéctica de la materia y el espacio. En el
sentido más profundo la teoría de la relatividad general transmite esta idea
dialéctica de la unidad de espacio y materia. De la misma manera en matemática
el propio cero no es "nada", sino que expresa una cantidad real y
juega un papel determinante.
Einstein presenta la
gravedad como una propiedad del espacio más que como una "fuerza" que
actúa sobre los cuerpos. Según este punto de vista el propio espacio se curva
en presencia de materia. Esta es una manera bastante singular de expresar la
unidad de materia y espacio y está abierta a serias malas interpretaciones. El
propio espacio, por supuesto no se puede curvar si lo entendemos como
"espacio vacío". La cuestión es que es imposible concebir el
espacio sin materia. Es una unidad inseparable. Lo que estamos considerando
es una relación determinada del espacio con la materia. Los atomistas griegos
plantearon, ya hace mucho tiempo que los átomos existían en el
"vacío". La materia sin el espacio es lo mismo que el espacio sin
materia. El uno no puede existir sin el otro. Un vacío total es precisamente
nada. Pero lo mismo es la materia sin fronteras. Por lo tanto, espacio y
materia son opuestos que se presuponen, definen y limitan el uno al otro y que
no pueden existir el uno sin el otro.”
El tiempo (movimiento) y el espacio (reposo) están
unificados de manera dialéctica. Esta unificación, si la representamos en un
plano bidimensional, su apariencia será el famoso Yin Yang asiático.
Si queremos representar en un plano tridimensional, la lucha
entre el tiempo y el espacio, es decir, entre el movimiento y el reposo, es
decir entre el caos y el orden, es decir, entre la fuerza electronuclear y la
fuerza gravitatoria, entonces, la figura que se nos presenta, es la de un
toroide.
El centro del toroide, representa la materia en reposo, la
cual se trueca en materia ordenada, la cual se trueca en el espacio en general.
Los bordes del toroide, representan el ir y venir de la
materia en movimiento, la cual se trueca en materia caótica, la cual se trueca
en el tiempo en general.
La materia en movimiento fluye hasta ciertas partes donde
inevitablemente se arremolina, el remolino provoca que se genere atracción, lo
cual hace que la materia se vuelva reposada. Esa materia reposada, atrae a cada
vez más materia parecida. Sin embargo, la materia atraída, también quiere
seguir fluyendo, así que la ley de atracción, se trueca en fricción, y está en
calor y fuerza electronuclear (ley de repulsión), ambas en una unidad
dialéctica, formando una especie de toroide.
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