29 de marzo de 2014

4.2 El Primer Ente: Tiempo/Espacio

4.2 El Primer Ente: Tiempo/Espacio



Newton concebía el tiempo fluyendo en una línea continua en todas partes. Incluso si no hubiese materia, habría un entorno de espacio y el tiempo fluiría "a través" de Él. El entorno espacial absoluto de Newton se suponía que estaba lleno de un supuesto "Éter" a través del que fluían las ondas lumínicas. Newton pensaba que el tiempo era como un enorme "contenedor" dentro del cual todo existía y cambiaba. En esta idea se concibe el tiempo como si tuviese una existencia separada y aparte del cosmos natural. El tiempo existiría incluso si no existiese el cosmos. Esto es característico del método mecánico (e idealista), en el que tiempo, espacio, materia y moción se concebían como cosas absolutamente separadas. En realidad es imposible separarlas.
Sin embargo, como se ha establecido hasta este punto; la transformación, produce materia. La materia se divide en materia en reposo y relativamente ordenada (Espacio y atracción gravitatoria) y materia en movimiento y relativamente caótica (tiempo y repulsión electronuclear).
¿Tuvo inicio el tiempo?

Imaginemos por un momento, un lugar que no esté en ningún lugar, y un instante que no esté en ningún instante. Este argumento, no es filosóficamente lógico, sino al contrario; es ilógico. Por esa razón, es necesario que antes de analizar el tiempo y el espacio, examinemos la idea de “nada”, por que los científicos modernos, argumentan que la nada origino al tiempo y el espacio, lo cual es contradictorio e irresoluble.

Joaquín Rodriguez: “Todo ser o existencia particular sea el conjunto cósmico, el subconjunto universal, o un subconjunto del cosmos, existe como una diferenciación que excluye a todas las demás forma de existencia posibles. Lo que significa que la potencia existencial de la cual derivan o son derivadas todas las formas de existencia, contiene todas las formas indiferenciadas de existencia posibles, las cuales en tanto que formas no optimizadas por la síntesis existencial, son infinitas. Esto significa que su forma de existencia es la ausencia de toda forma de existencia. De esta forma la nada deja de ser una expresión metafísica que expresa la negación abstracta de la existencia, siendo la integral de todas las formas de existencia posibles, que carece de forma existencial porque la integración de todas las formas existenciales es la ausencia de toda forma existencial.  De este modo la nada puede definirse como extensión de magnitud infinitesimal y densidad infinita que encierra todas las formas de existencia posibles… La existencia como síntesis fenomenológica de la potencia existencial de cada forma de existencia, en una inmediatez cósmica y en una mediación universal, supone el desarrollo fenomenológico del principio de conservación de la materia como substancia y de la energía como fenomenología secuencial de la materia o substancia existencial.
No es por tanto la materia como substancia fenomenológica mecanicista, sino la materia como substancia existencial, ni la energía como relación mecanicista sino la energía como fenomenología secuencial de la existencia. El nuevo principio de conservación nos sitúa pues ante una física ontológica, que supera las limitaciones y contradicciones de la física fenomenológica, pero que no se queda en estas definiciones sino que tiene su propia metodología científica y está en condiciones de resolver lo que la  metodología científica burguesa no puede resolver.”
Ya Aristóteles, concebía el tiempo como algo infinito;

Aristóteles: "Sin embargo es imposible, que la moción se pueda generar o perecer; tiene que haber existido siempre. Tampoco el tiempo puede empezar a existir o cesar; porque no puede haber un ‘antes' ni un ‘después' donde no hay tiempo. El movimiento por lo tanto, es también continuo, en el sentido en que lo es el tiempo, porque el tiempo es la misma cosa que la moción o un atributo de ésta; por lo tanto la moción tiene que ser continua como lo es el tiempo, y si lo es tiene que ser local y circular…El movimiento no puede empezar ni cesar: tampoco el tiempo puede empezar, ni cesar".
Es una pena, que los científicos occidentales, hayan sido educados sin un marco filosófico de referencia. Esto no les permite darse cuenta de lo ilógico que es; a) pensar que el tiempo es independiente del espacio (Newton), o que el tiempo tuvo un inicio (Hawking).

Rodrigo García Colín Carrillo: “En primer lugar hay que señalar que el tiempo no se considera como una categoría a priori del sujeto, ni tampoco una constante absoluta independiente de la materia. Aquí el tiempo se hace depender del movimiento material, no hay tiempo sin materia y en tanto, como ya vimos, la materia es inconcebible sin el movimiento —además de que la materia tiene infinitas formas de movimiento— , se entiende que el tiempo y su noción cambiará en función del tipo de movimiento. El concepto de tiempo variará según el marco de referencia. Un año en la tierra no es lo mismo que un año en Júpiter. Ni tampoco la idea de tiempo y espacio es la misma para un ser humano y para un mosquito, con una vida de unos pocos días, o para una partícula subatómica con una vida de una billonésima parte de un segundo (asumiendo, por supuesto, que estas entidades pudieran tener algún tipo de concepto). A lo que nos estamos refiriendo es a la manera que se percibe el tiempo en diferentes contextos, (...) los métodos normales de medición no se pueden aplicar a la vida de las partículas subatómicas como al tiempo geológico... Los experimentos han demostrado, por ejemplo, que la vida de los mesones (partículas subatómicas cuya vida media es de 10–6 segundos que se mueven rápidamente) es decenas y hasta cientos de veces superior en un acelerador de partículas. El tiempo o la duración de los procesos aumenta conforme aumenta la velocidad del sistema. La duración de los procesos está también relacionado con la gravedad. Los relojes atómicos son más lentos situados donde la gravedad es mayor… Un reloj atómico volando a 30.000 pies de altura gana tres mil millonésimas de segundo en una hora. Esto confirma la predicción de Einstein con un margen de error del uno por ciento... Todo movimiento es movimiento con respecto a otros cuerpos; es inconcebible el movimiento de algo sin referirlo a su relación espacial con otro objeto, estas relaciones son las que determinan las cualidades de la cosa”.
 Tal como Hegel había explicado: "La cosa es en sí misma, pero también es en sí misma porque es para otro, en tanto que esos otros objetos determinan a la cosa y la hacen ser lo que es; la diferenciación de los distintos aspectos de la cosa que se creía en sí, son momentos que hacen de la cosa lo que es. Así, la cosa es en sí misma, porque las propiedades le pertenecen, y no lo es porque la delimitación con lo otro la muestra diferente y por ello única".

El tiempo es, entonces, una expresión del movimiento.
El error de Hawking, es pensar  que el tiempo depende de su medición, y del sujeto operatorio que lo mide. El tiempo, existe independientemente del sujeto operatorio. ¿Acaso habían sujetos operatorios hace 13,000 millones de años?. O es que a caso ¿El tiempo comenzó a existir cuando apareció el hombre en la tierra para poder medirlo?, esto es tan absurdo como asegurar que la tierra comenzó a ser redonda, cuando Colón descubrió América.
Veamos lo que dice Hawking:

“Cada observador tiene su propia medida del tiempo. El tiempo para alguien que esté en una estrella será diferente al de otra persona lejana, debido al campo gravitatorio de esa estrella”.
La confusión de Hawking es de carácter metodológico. Él piensa que la relatividad temporal, obedece a la posición espacial del sujeto operatorio, porque cada individuo tiene una medida diferente de tiempo. En realidad la relatividad temporal, obedece a las fluctuaciones tiempo/espacio, causadas por las aglutinaciones másicas. El tiempo sí es relativo, pero nada tienen que ver los sujetos operatorios. Hawking cree que para que el tiempo sea relativo, “debe” existir un sujeto operatorio que lo mida. En pocas palabras, Hawking confunde la relatividad del tiempo, con la forma de medir el tiempo.
Stephen Hawking: “Cuando combinamos la mecánica cuántica con la relatividad general parece haber una nueva posibilidad que no surgió antes: el espacio y el tiempo juntos podrían formar un espacio de cuatro dimensiones finito, sin singularidades ni fronteras, como la superficie de la Tierra pero con más dimensiones. Parece que esta idea podría explicar muchas de las características observadas del cosmos, tales como su uniformidad a gran escala y también las desviaciones de la homogeneidad a más pequeña escala, como las galaxias, estrellas e incluso los seres humanos. Podría incluso explicar la flecha del tiempo que observamos.”

Woods: “En El Capital, Marx muestra como el trabajo humano concreto se convierte en el medio para expresar el trabajo humano abstracto. Es la forma bajo la cual se manifiesta su opuesto, el trabajo humano abstracto. El valor no es una cosa material que se pueda derivar de las propiedades físicas de una mercancía. De hecho es una abstracción de la mente. No por ello es una invención arbitraria. De hecho es una expresión de un proceso objetivo, y está determinado por la cantidad de fuerza de trabajo socialmente necesaria gastada en su producción. De la misma manera, el tiempo es una abstracción que, aunque no se puede ver, ni oír, ni tocar, y sólo se puede expresar en términos relativos como medidas, sin embargo denota un proceso físico objetivo”.

Espacio y tiempo son abstracciones que nos permiten medir y comprender el mundo material. Toda medición está relacionada al espacio y al tiempo. La gravedad, las propiedades químicas, el sonido, la luz, todo lo analizamos desde estos dos puntos de vista. De esta manera la velocidad de la luz es 300.000 kilómetros por segundo, y el sonido se determina por el número de vibraciones por segundo. El sonido de un instrumento de cuerda, por ejemplo, se determina por el tiempo en que ocurren un determinado número de vibraciones y los elementos espaciales (longitud y grosor) del cuerpo vibrante. La armonía que apela a los sentimientos estéticos de la mente es también otra manifestación de una ratio, medición y por lo tanto tiempo.

El tiempo no se puede expresar más que de manera relativa. Igualmente la magnitud de valor de una mercancía sólo se puede expresar en relación a otros bienes. Sin embargo el valor es intrínseco a las mercancías, y el tiempo es una característica objetiva de la materia en general. La idea de que el propio tiempo es simplemente subjetivo, es decir una ilusión de la mente humana, es reminiscente del prejuicio de que el dinero es meramente un símbolo, sin significado objetivo. Cada vez que se intentó poner en práctica la idea de "desmonetarizar" el oro, que partía de esta premisa falsa, se provocó inflación. En el Imperio Romano, el valor del dinero se fijaba por un decreto imperial y estaba prohibido tratar el dinero como una mercancía. El resultado fue una constante depreciación de la moneda. Un fenómeno similar ha tenido lugar en el capitalismo moderno, especialmente desde la Segunda Guerra Mundial. En la economía, como en la cosmología, la confusión de la medición con la naturaleza de la cosa en sí lleva al desastre en la práctica…Mientras que definir qué es el tiempo presenta una dificultad, medirlo no. Los propios científicos no explican qué es el tiempo, sino que se limitan a la medición del tiempo. De la mezcla de estos dos conceptos surge una confusión sin fin.
Así Feynman dice:

"A lo mejor tenemos que enfrentarnos al hecho de que el tiempo es una de las cosas que no podemos definir (en el sentido del diccionario), y sólo decir que es lo que ya sabemos que es: ¡es cuánto esperamos! De todos modos, lo que realmente importa no es como definir el tiempo, sino cómo medirlo".

La medición del tiempo implica necesariamente unos puntos de referencia, y cualquier fenómeno que vincule cambio y tiempo, por ejemplo la rotación de la tierra o el movimiento de un péndulo. La rotación diaria de la tierra sobre su eje nos da una escala de tiempo. La decadencia de los elementos radioactivos se puede utilizar para medir intervalos de tiempo largos. La medida del tiempo implica un elemento subjetivo. Los egipcios dividían el día y la noche en doce partes. Los sumerios tenían un sistema numérico basado en 60, y por lo tanto dividían la hora en 60 minutos y el minuto en 60 segundos. El metro se definió como la diez millonésima parte de la distancia del polo al ecuador terrestre (aunque esto no es estrictamente exacto). El centímetro es la centésima parte de un metro, y sucesivamente. A principios de este siglo, la investigación del mundo subatómico llevó al descubrimiento de dos unidades de medida naturales, la velocidad de la luz, “c”, y la constante de Planck, “h”. Estas no son directamente masa, longitud o tiempo sino una unidad de todas ellas.
 El tiempo expresa el cambio de la materia. El cambio de la materia expresa el devenir del tiempo. Si la materia y el movimiento se detiene, aunque sea sólo relativamente ¿Se detiene también el tiempo, aunque sea solamente de forma relativa?. Si la materia existe, entonces existe el tiempo. En un agujero negro, la materia está en un estado especial de existencia, por lo que el tiempo también está en un estado especial de existencia, pero decir que la materia y el tiempo ya no existen en un agujero negro, es anti dialéctico, es decir: ilógico. 

El tiempo es la característica de la materia, que representa el movimiento y el cambio, es decir “el contenido” y la “fuerza electronuclear”. El espacio, es la característica de la materia, que representa el reposo relativo, es decir “la forma” y la fuerza gravitatoria. Sin embargo hay que considerar, que estas dos características están en una constante unidad y lucha de contrarios, así que tiempo se trueca en espacio y espacio se trueca en tiempo, es decir “es y no es”. Por ejemplo, el futuro es indeterminado (contenido), mientras que el pasado es incambiable (forma).
Ahora hablemos del Espacio:

Woods: “Si concebimos el espacio como una Cosa-en-Sí, espacio vacío, como en Euclides, claramente no se puede curvar. Es "nada". Pero como planteó Hegel, no hay nada en el cosmos que no contenga a la vez ser y no ser. El espacio y la materia no son fenómenos diametralmente opuestos y mutuamente excluyentes. El espacio contiene materia y la materia contiene espacio. Son completamente inseparables. El cosmos es precisamente la unidad dialéctica de la materia y el espacio. En el sentido más profundo la teoría de la relatividad general transmite esta idea dialéctica de la unidad de espacio y materia. De la misma manera en matemática el propio cero no es "nada", sino que expresa una cantidad real y juega un papel determinante.
Einstein presenta la gravedad como una propiedad del espacio más que como una "fuerza" que actúa sobre los cuerpos. Según este punto de vista el propio espacio se curva en presencia de materia. Esta es una manera bastante singular de expresar la unidad de materia y espacio y está abierta a serias malas interpretaciones. El propio espacio, por supuesto no se puede curvar si lo entendemos como "espacio vacío". La cuestión es que es imposible concebir el espacio sin materia. Es una unidad inseparable. Lo que estamos considerando es una relación determinada del espacio con la materia. Los atomistas griegos plantearon, ya hace mucho tiempo que los átomos existían en el "vacío". La materia sin el espacio es lo mismo que el espacio sin materia. El uno no puede existir sin el otro. Un vacío total es precisamente nada. Pero lo mismo es la materia sin fronteras. Por lo tanto, espacio y materia son opuestos que se presuponen, definen y limitan el uno al otro y que no pueden existir el uno sin el otro.”

El tiempo (movimiento) y el espacio (reposo) están unificados de manera dialéctica. Esta unificación, si la representamos en un plano bidimensional, su apariencia será el famoso Yin Yang asiático.

Si queremos representar en un plano tridimensional, la lucha entre el tiempo y el espacio, es decir, entre el movimiento y el reposo, es decir entre el caos y el orden, es decir, entre la fuerza electronuclear y la fuerza gravitatoria, entonces, la figura que se nos presenta, es la de un toroide.
   
El centro del toroide, representa la materia en reposo, la cual se trueca en materia ordenada, la cual se trueca en el espacio en general.
Los bordes del toroide, representan el ir y venir de la materia en movimiento, la cual se trueca en materia caótica, la cual se trueca en el tiempo en general.

La materia en movimiento fluye hasta ciertas partes donde inevitablemente se arremolina, el remolino provoca que se genere atracción, lo cual hace que la materia se vuelva reposada. Esa materia reposada, atrae a cada vez más materia parecida. Sin embargo, la materia atraída, también quiere seguir fluyendo, así que la ley de atracción, se trueca en fricción, y está en calor y fuerza electronuclear (ley de repulsión), ambas en una unidad dialéctica, formando una especie de toroide. 

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