4.4.11
¿Big Crunch?
Stephen Hawking: “La
teoría de la relatividad general de Einstein, por sí sola, predijo que el espacio
tiempo comenzó en la singularidad del big bang y que iría hacia un final, bien
en la singularidad del big Crunch ['gran crujido', 'implosión'] (si el cosmos
entero se colapsase de nuevo) o bien en una singularidad dentro de un agujero
negro (si una región local, como una estrella, fuese a colapsarse). Cualquier
materia que cayese en el agujero sería destruida en la singularidad, y
solamente el efecto gravitatorio de su masa continuaría sintiéndose afuera. Por
otra parte, teniendo en cuenta los efectos cuánticos parece que la masa o
energía de la materia tendría que ser devuelta finalmente al resto del cosmos,
y que el agujero negro, junto con cualquier singularidad dentro de él, se evaporaría
y por último desaparecería. ¿Podría la
mecánica cuántica tener un efecto igualmente espectacular sobre las
singularidades del big bang y del big Crunch? ¿Qué ocurre realmente durante las
etapas muy tempranas o muy tardías del cosmos, cuando los campos gravitatorios
son tan fuertes que los efectos cuánticos no pueden ser ignorados? ¿Tiene de
hecho el cosmos un principio y un final? Y si es así, ¿Cómo son?”
¿No es la fuerza de atracción la que predomina en la
corriente de un río que se precipita a la catarata?. ¿No es la fuerza de
repulsión la que predomina en una catarata cuando el agua se precipita?. “La
materia fluye eternamente” (como decía Heráclito), su fluidez atractiva o
repulsiva es solamente relativa. Hawking casi puede ver que la forma de la
realidad objetiva es toroidal cuando hace el cuestionamiento: “Que ocurre realmente durante las etapas muy
tempranas o muy tardías del cosmos?” su
mente “finita” no le permite ver que el final y el principio son básicamente la
misma cosa; como el movimiento de las partículas subatómicas; “son y no son al
mismo tiempo”.
La idea del “Big Crunch” no es más que un neo misticismo tal
como lo explica Allan Woods:
Woods: “Esto es una
vuelta a la teoría de Kant de la Cosa-en-Sí incognoscible. En el pasado, correspondía
a la religión y a ciertos filósofos idealistas, como Hume y Kant, poner límites
al conocimiento humano. La ciencia podía llegar hasta aquí pero no más lejos.
En el momento en que no se permite avanzar a la inteligencia humana, empieza el
misticismo y la religión y la irracionalidad. Sin embargo la historia de la
ciencia es la historia de cómo se derribó una barrera tras otra. Lo que era
supuestamente incognoscible para una generación se convertía en un libro
abierto para la siguiente. Toda la ciencia se basa en la noción de que podemos
conocer el cosmos. Ahora, por primera vez, los científicos están poniendo
límites al conocimiento, una cosa totalmente extraordinaria y bastante triste
en relación a la situación actual de la física teórica y la cosmología.”
Ya que el “Big Crunch” en esencia es muy similar a un
agujero negro, a continuación se hará un análisis ontológico de un agujero
negro, usando la crítica de la ley de identidad según Trotski;
Trotski: "La
lógica aristotélica del silogismo simple, parte de la premisa de que A es igual
a A. Este postulado se acepta como un axioma para una cantidad de acciones
humanas prácticas y de generalizaciones elementales. Pero en realidad A no es
igual a A. Esto es fácil de demostrar si observamos estas dos letras bajo una
lente: son completamente diferentes. Pero, se podrá objetar, no se trata del
tamaño o de la forma de las letras, dado que ellas son solamente símbolos de
cantidades iguales, por ejemplo de un kilo de azúcar. La objeción no es válida;
en realidad un kilo de azúcar nunca es igual a un kilo de azúcar: una balanza
delicada descubriría siempre la diferencia. Nuevamente se podría objetar: sin
embargo un kilo de azúcar es igual a sí mismo. Tampoco esto es verdad: todos
los cuerpos cambian constantemente de peso, color, etc. Nunca son iguales a sí
mismos. Un sofista contestará que un kilo de azúcar es igual a sí mismo 'en un
momento dado'. Fuera del valor práctico extremadamente dudoso de este axioma,
tampoco soporta una crítica teórica. ¿Cómo concebimos realmente la palabra
'momento'? Si se trata de un intervalo infinitesimal de tiempo, entonces un
kilo de azúcar está sometido durante el transcurso de ese 'momento' a cambios
inevitables. ¿O este 'momento' es una abstracción puramente matemática, es decir,
cero tiempo? Pero todo existe en el tiempo y la existencia misma es un proceso
ininterrumpido de transformación; el tiempo es en consecuencia un elemento
fundamental de la existencia. De este modo el axioma A es igual a A, significa
que una cosa es igual a sí misma si no cambia, es decir, si no existe.
Entonces: ¿Un
agujero negro es igual a otro?. Usando la negación A no es igual a A, la
respuesta a esta pregunta es: NO. Si dos agujeros negros no son iguales,
entonces sus singularidades no son iguales. Si sus singularidades no son
iguales, es porque no hay singularidad, es porque existe una diferencia
marginal. Esa diferencia marginal obviamente es “algo”, por lo cual la idea de
que las singularidades son igual a “nada” es completamente ilógica. La singularidad no es más que la falsa y
simplista manera de interpretar a la materia en reposo relativo, es decir
cuando ésta tiende a ser cero movimiento, sin llegar a serlo nunca. La
singularidad, es un estado especial de existencia de la materia, donde su movimiento
es prácticamente “0” pero no “0” del
todo, es decir, cuando hay una negación de la negación, cuando una espiral
regresa a su punto de origen, en resumen; es el centro del toroide caóticamente
dialéctico, que hemos postulado anteriormente, cuya existencia se puede
inferir, al analizar la reunión dialéctica entre el “9” y el “10”.
El argumento de los partidarios del Big Crunch: es que En
los momentos finales, la gravedad pasa a ser la fuerza que lo domina todo,
aplastando sin compasión materia y espacio. La curvatura del espacio-tiempo
aumenta incluso más rápidamente. Regiones cada vez más grandes son comprimidas
en volúmenes cada vez más pequeños. Según la teoría convencional, la implosión
se hace infinitamente potente, aplastando toda la materia fuera de la
existencia y arrasando cualquier cosa física, incluyendo el tiempo y el espacio
mismos, en una singularidad espacio-temporal.
El Big Crunch no lo veo dialécticamente incorrecto, sí y
solo sí: consideramos el big crunch, como el final de un ciclo, y el regreso al
inicio sobre una base cualitativamente superior, para formar un nuevo ciclo,
una nueva entidad.
Woods: “La idea del
infinito parece difícil de captar, ya que, a primera vista, está más allá de toda
experiencia humana. La mente humana está acostumbrada a tratar con cosas finitas,
reflejadas en ideas finitas. Todo tiene un principio y un final. Este es un
pensamiento familiar. Pero lo que es familiar no tiene necesariamente que ser
cierto. La historia del pensamiento matemático contiene algunas lecciones
altamente instructivas al respecto. Durante un largo período de tiempo los matemáticos,
al menos en Europa, intentaron abolir el concepto de infinito. Sus motivos eran
bastante obvios. Aparte de la dificultad evidente a la hora de conceptualizar
el infinito, en términos puramente matemáticos implica una contradicción. Las
matemáticas tratan con magnitudes definidas. El infinito, por su propia
naturaleza no se puede contar ni medir. Esto quiere decir que hay un auténtico
conflicto entre los dos. Por este motivo, los grandes matemáticos de la antigua
Grecia evitaban el infinito como la plaga. A pesar de eso, desde los principios
de la filosofía, el hombre especuló sobre el infinito. Anaximandro (610 - 547
a. de J.C.) lo tomó como base de su filosofía”.
Las paradojas de Zenón (nacido hacia el 450 a. de J.C.)
plantean la dificultad inherente en la idea de una cantidad infinitesimal como
componente de magnitudes continuas intentando demostrar que el movimiento es
una ilusión. Zenón "refutaba" el movimiento de diferentes maneras.
Planteaba que un cuerpo en movimiento, antes de alcanzar un punto dado tenía
que recorrer la mitad de la distancia. Pero antes de eso tiene que recorrer la
mitad de esa mitad, y así hasta el infinito. Por lo tanto, cuando dos cuerpos
se mueven en la misma dirección y el de atrás, a una distancia dada del otro,
se mueve a velocidad mayor del de delante, asumimos que le alcanzara. Nos, dice
Zenón. "El más rápido nunca adelantará al lento". Esta es la famosa
paradoja de Aquiles el veloz. Imaginémonos una carrera entre Aquiles y una
tortuga. Supongamos que Aquiles puede correr diez veces más rápido que la
tortuga que sale con 1000 metros de ventaja. Cuando Aquiles haya cubierto los
1000 metros, la tortuga estará 100 metros más adelante; cuando Aquiles haya
recorrido los 100 metros, la tortuga estará 10 metros más adelante; cuando
Aquiles haya recorrido estos 10 metros la tortuga habrá avanzado otro metro, y así hasta el infinito.
Las paradojas de Zenón no demuestran que el movimiento
sea una ilusión, o que Aquiles en la práctica no alcanzará la tortuga, pero
revelan brillantemente las limitaciones del método de pensamiento conocido como
lógica formal. El intento de eliminar toda contradicción de la realidad,
como hicieron los eleáticos, inevitablemente conduce a este tipo de paradojas
insolubles, o antinomias como las llamó Kant más tarde. Para demostrar que una
línea no se podía componer de un número infinito de puntos, Zenón planteó que
si fuese así, Aquiles nunca alcanzaría la tortuga.
Como he demostrado anteriormente, las rectas del plano
cartesiano, incluso usando “números inmutables” se contradice a sí misma cuando
se analiza dialécticamente la relación entre el número “9” y el número “10”.
Este análisis muestra que las líneas del plano cartesiano no son lineales, sino
espirales. Estas espirales en cada uno de los ejes, inevitablemente forman un
toroide. El toroide es la forma que adquiere el “infinito”, y no es casualidad
que el infinito se represente de una manera toroidal, solamente que
simplificada a un plano bidimensional:
Woods: “El más grande
matemático griego, Arquímedes (287-212 a. de J.C.) utilizó efectivamente los
indivisibles en geometría, pero consideraba que la idea de números
infinitamente grandes o pequeños carecía de fundamento lógico. De forma
parecida, Aristóteles planteó que en la medida en que un cuerpo tiene que tener
una forma, tiene que estar limitado, y por lo tanto no puede ser infinito.
Aunque aceptaba que había dos tipos de infinitos "potenciales"
adición sucesiva aritméticamente (infinitamente grande) y sucesivas
subdivisiones geométricamente (infinitamente pequeño) o polemizó con otros
geómetras que sostenían que un segmento de una línea se compone de una cantidad
infinita de infinitesimales fijos, o indivisibles”.
Esta negación del infinito constituía una barrera real al
desarrollo de las matemáticas en la Grecia clásica. En contraste, los
matemáticos de la India no tenían este tipo de escrúpulos e hicieron grandes
avances, que llegaron posteriormente a Europa a través de los árabes. El
intento de abolir la contradicción del pensamiento, de acuerdo con los rígidos
esquemas de la lógica formal retrasó el desarrollo de las matemáticas. Pero el
espíritu aventurero del Renacimiento abrió las mentes de los hombres a nuevas
posibilidades que eran, de hecho, infinitas. En su libro “La nueva ciencia”
publicado en 1638, Galileo planteo que cada entero (número entero) sólo tiene
un cuadrado perfecto, y que cada cuadrado perfecto es el cuadrado de un sólo
entero positivo. Así, en cierto sentido hay tantos cuadrados perfectos como
enteros positivos. Esto nos lleva inmediatamente a una contradicción lógica.
Contradice el axioma de que el todo es mayor que cualquiera de sus partes,
puesto que no todos los enteros positivos son cuadrados perfectos, y todos los
cuadrados perfectos forman parte de todos los enteros positivos.
Esta es sólo una de las numerosas paradojas que han llenado
las matemáticas desde el renacimiento, cuando los hombres empezaron a someter
sus pensamientos y suposiciones a un análisis crítico. Como resultado de esto,
lentamente, y enfrentándose a la tozuda resistencia de las mentes
conservadoras, los axiomas supuestamente inabordables y las "verdades
eternas" de las matemáticas han sido derrocadas una por una. Llegamos a un
punto en que se ha demostrado que todos los cimientos del edifico son inseguros
y que necesita una reconstrucción a fondo sobre bases más firmes, y a la vez
más flexibles, que ya están en proceso de construcción, y que inevitablemente
tendrán un carácter dialéctico.
El hecho que la sociedad esclavista llegara a su fin, no
significa que la sociedad terminó, simplemente sufrió una negación; La
propiedad privada sobre la tierra (Feudalismo) niega la propiedad privada sobre
el ser humano (esclavismo). Siguiendo esta lógica, el capitalismo es la
negación de la negación, es decir que en él, se niega la propiedad privada
sobre la tierra, (como unidad principal de trabajo), con lo cual se regresa a
la propiedad privada sobre el ser humano, solamente que sobre una base
cualitativamente superior (salario). En ese sentido, cabe la posibilidad de
que si este cosmos llegase a terminar, inevitablemente surgiría otro que niegue
a este, y otro que niegue al segundo, y así sucesivamente hasta el infinito. Por eso es que filosóficamente hablando,
pensar que hay un solo cosmos, equivale a pensar que somos únicos y especiales.
La relación entre el todo y las partes es contradictoria, ninguna prevalece
sobre la otra. Así que es lógico pensar que lo más general no necesariamente
un único cosmos, sino que este cosmos es una “parte” de un “todo” más general”.
El carácter místico del “0”, se elimina, cuando consideramos
al “0” como el fin de un ciclo, y el inicio de otro, es decir, una negación de
la negación.
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